Noviembre 26
DÍA A DÍA: Reflexión Diaria Para Familias Contra La Adicción
Reflexión:
Hola, gracias por estar aquí. Hoy quiero compartir contigo una historia que está en el corazón de esta reflexión, una historia de esperanza que nos muestra que, incluso cuando creemos que todo está perdido, Dios tiene el poder de sorprendernos.
Esta es la historia de Sara y Abraham. Ellos eran un matrimonio mayor, sin hijos, algo que deseaban profundamente pero que, por su avanzada edad, parecía completamente imposible. Sara, especialmente, había perdido la esperanza. Entonces, un día, Dios se apareció en su vida de una manera inesperada. Tres visitantes llegaron hasta su hogar, enviados por Él, y le dieron un mensaje claro: “El próximo año, Sara tendrá un hijo.”
La reacción de Sara fue, probablemente, como la tuya o la mía en una situación similar. Se rió. No por burla, sino porque la idea parecía ridícula. ¿Cómo podría ella, una mujer anciana, ser madre? Pero Dios, que conoce nuestros corazones, le respondió con una pregunta que hoy quiero que también te hagas: “¿Hay algo imposible para Dios?”
Tal vez ahora te sientes como Sara, viendo a tu ser querido en medio de una situación que parece imposible de cambiar. Quizás sientes que has intentado todo y no hay señales de esperanza. Pero esta historia nos enseña algo muy importante: cuando Dios dice que va a actuar, Él cumple, aunque nosotros no podamos entender cómo.
El hijo prometido, Isaac, llegó justo como Dios lo había dicho. Lo que parecía un sueño inalcanzable, una realidad imposible, se hizo verdad porque Dios tiene el poder de hacer lo que nosotros no podemos imaginar.
Hoy Dios también te está hablando. Él te está diciendo: “Nada es imposible para mí. Yo puedo restaurar a tu ser querido. Yo puedo sanar su corazón y sus heridas. Pero también quiero hacer una obra en ti. Quiero darte paz, fuerzas, y esperanza.”
Es importante que recuerdes algo: no se trata de lo que tú puedas hacer por esa persona, sino de lo que Dios puede hacer a través de ti. Como Abraham y Sara, a veces necesitamos dar un paso de fe, confiar en que Dios está obrando, aunque no veamos el resultado de inmediato.
Hoy quiero invitarte a que entregues esta situación en manos de Dios. Él puede convertir esa risa de incredulidad en lágrimas de alegría. Puede transformar ese corazón cansado en uno lleno de esperanza. Porque, así como Sara experimentó el cumplimiento de una promesa que parecía imposible, tú también puedes ver cómo Dios obra en tu vida y en la de tu ser querido.
Confía, porque el Dios que hizo posible lo imposible para Abraham y Sara, es el mismo que está contigo hoy. Para Él, no hay adicción demasiado grande, ni corazón demasiado herido, ni familia demasiado rota. Nada, absolutamente nada, es imposible para Dios.
Te dejo con esta verdad para reflexionar. Que puedas sentir Su presencia, Su paz y Su amor mientras das este paso de fe. Dios está contigo y con tu familia. Él hará lo imposible.
¡Dios te habla!
Hija, hijo, escucha lo que tengo para ti.
Sé que te encuentras en medio de una situación difícil, que parece estar fuera de tu control. Tal vez has sentido que no hay salida, que las promesas que te he hecho están lejos de cumplirse. Pero quiero que recuerdes algo muy importante: Yo soy el Dios que hace lo imposible. No hay problema, ni adicción, ni dolor que esté más allá de mi alcance.
Así como le dije a Sara, «¿Hay algo que sea imposible para mí?», hoy te digo lo mismo: No hay nada que no pueda hacer en tu vida. Confía en mí. Aunque no entiendas el proceso, yo estoy obrando en tu vida y en la vida de tu ser querido. No te canses de esperar, no te des por vencido, porque Yo soy fiel y cumpliré mi palabra.
Hoy te invito a descansar en mi promesa, a creer que lo que parece imposible es solo un desafío para mostrar mi gloria. Permíteme trabajar en tu corazón y en el de aquellos que amas. Nada es imposible para mí. Confía, porque lo que estoy haciendo es más grande de lo que imaginas.
Te amo y estoy contigo, en cada paso, en cada momento. No tengas miedo. Nada es imposible para mí.
Afirmación para hoy:
Repite conmigo:
«Hoy elijo confiar en Dios, sabiendo que nada, absolutamente nada, es imposible para Él. Creo que Él puede restaurar mi vida, mi familia y cualquier situación que me agobie. En Él pongo mi fe, porque sé que con Él, todo es posible.»
Compartir esta reflexión:
Hoy te invito a compartir esta reflexión, este video o este mensaje con aquellas personas que sabes que están luchando. Todos enfrentamos momentos de desesperación, y la verdad que te traigo hoy es que nada es imposible para Dios. Esta palabra de esperanza puede ser la chispa que ilumine el día de alguien que está al borde de rendirse.
Compártelo con tu familia, amigos, y en tus grupos de WhatsApp. No sabes a quién puede llegar este mensaje y cómo puede transformar la vida de esa persona. Dios quiere restaurar, sanar y hacer lo imposible en la vida de muchos. Ayudemos a que más personas reciban esta palabra de fe. Hoy, más que nunca, necesitamos recordarnos que con Dios, todo es posible. ¡No dejes que esta bendición se quede solo contigo, compártela!
Pregunta reflexiva:
¿Realmente crees que Dios puede hacer lo imposible en tu vida y en la vida de tu ser querido? ¿Estás dispuesto a confiar en Él, incluso cuando no ves cómo las cosas pueden cambiar?
Oración
Amado Dios,
Hoy vengo ante Ti con humildad y esperanza. Sé que Tú eres el Dios de lo imposible y que nada, absolutamente nada, escapa a Tu poder. Te pido por mi ser querido, por su salud mental, por su corazón roto y por la lucha que enfrenta cada día. Señor, sé que Tú puedes restaurar, sanar y liberar de toda adicción y dolor. Te pido que envíes Tu paz a su vida, que rompas las cadenas que lo atan y que, por Tu gracia, lo traigas a un lugar de sanidad y libertad.
Te pido que me des la fuerza y la sabiduría para acompañarlo en este proceso, sin caer en la desesperación ni la codependencia, sino con fe y esperanza en que Tú obrando todo lo puedes. Señor, haz lo que solo Tú puedes hacer, restaura lo que está roto y transforma todo lo que parece perdido. Que Tu presencia sea con él y con nuestra familia, y que podamos ver el milagro de Tu amor.
Te entrego, Señor, todo lo que soy y todo lo que tengo. Confío en Tu poder, porque sé que para Ti nada es imposible. En el nombre de Jesús, amén.
Ofrenda:
Hoy te invito a considerar la posibilidad de hacer una ofrenda en nombre de tu ser querido, en su proceso de recuperación. Tu contribución será un acto de amor y esperanza, destinado a apoyar los gastos de producción y el trabajo diario de la Fundación Hogares Bethel, que trabaja incansablemente para llevar ayuda a muchas familias que atraviesan situaciones difíciles con la adicción.
No es sobre la cantidad, sino sobre el corazón con el que se da. Cada gesto de generosidad cuenta, y con tu apoyo, podemos continuar ofreciendo recursos, acompañamiento y un espacio de restauración a aquellos que más lo necesitan. En la descripción de este video, encontrarás los datos y en nuestra página puedes conocer más sobre cómo puedes contribuir. Gracias por tu corazón generoso y por ser parte de este trabajo de amor.
Hasta mañana:
Querida familia,
Gracias por acompañarnos en este momento. Sabemos que el camino de la recuperación no es fácil, pero con la fe puesta en Dios, todo es posible. Que Su amor te fortalezca hoy y siempre. Desde Fundación Hogares Bethel, te enviamos un mensaje de esperanza, sabiendo que juntos podemos vivir la restauración. No estás solo en este camino. ¡Nos vemos mañana!
Con cariño,
Atentamente:
www.hogaresbethel.org