TEMA DE HOY:  EL ARTE DE SERVIR: TU ESCALERA AL ÉXITO

Enero 28

¡Buenos días! Soy Richard Olives de la Fundación Hogares Bethel, y hoy tengo un mensaje especial que va a transformar tu vida y tu manera de ver el servicio a los demás.

Déjame contarte algo que me sucedió hace poco. Estaba en un restaurante y observé a un joven mesero que destacaba entre todos. No era el más experimentado, pero había algo diferente en él. Mientras otros hacían lo mínimo necesario, él iba más allá: limpiaba mesas que no le correspondían, ayudaba a sus compañeros con sus pedidos, y siempre mantenía una sonrisa genuina. Al final de la noche, el gerente se acercó a él y le ofreció una promoción a supervisor. ¿Sabes por qué? Porque había demostrado excelencia en lo pequeño.

Esto me recuerda precisamente las palabras de Jesús en Mateo 23:11-12: «¿Quieres destacar? Entonces, da un paso atrás y sé un siervo.» Es un principio revolucionario que va contra toda lógica humana. En un mundo que nos empuja a buscar reconocimiento y aplausos, Dios nos dice que el verdadero éxito viene a través del servicio humilde.

Mira a José en el Antiguo Testamento. Antes de convertirse en gobernador de Egipto, sirvió fielmente en la casa de Potifar y hasta en la cárcel. David, antes de ser rey, fue un simple pastor de ovejas. Incluso Jesús, el Rey de reyes, lavó los pies de sus discípulos.

¿Te has preguntado por qué a veces parece que estás estancado en tareas pequeñas? Quizás estás pensando: «Richard, yo tengo grandes sueños, grandes visiones, pero estoy aquí haciendo cosas que parecen insignificantes.» Déjame decirte algo: esas «pequeñas cosas» son tu campo de entrenamiento. Es ahí donde Dios está desarrollando tu carácter.

Cuando sirves con excelencia en lo pequeño, estás construyendo el fundamento para lo grande. Es como construir un rascacielos – nadie ve los cimientos, pero son cruciales para sostener toda la estructura. Cada vez que te quedas después de hora para ayudar a un compañero, cada vez que haces más de lo que se espera de ti, cada vez que sirves sin buscar reconocimiento, estás sembrando semillas para tu futuro.

Pero ten cuidado con la trampa del orgullo y la impaciencia. Muchas personas quieren saltarse los escalones y llegar directamente a la cima. No funciona así. El éxito en el reino de Dios es como subir una escalera, paso a paso, peldaño a peldaño. Cada acto de servicio, por pequeño que parezca, te está preparando para algo más grande.

Te desafío hoy: en lugar de preguntarte «¿qué puedo obtener?», pregúntate «¿a quién puedo servir?» Cuando cambias tu mentalidad de esta manera, abres las puertas para que Dios obre de maneras extraordinarias en tu vida.

Imagina que tu vida es como una vasija que Dios está llenando. Cada acto de servicio humilde es como una gota que la va llenando. Llegará un momento en que esa vasija se desbordará, y las bendiciones de Dios fluirán de manera abundante en tu vida.

Y aquí está mi promesa para ti, basada en la Palabra de Dios: si eres fiel en lo poco, Él te pondrá sobre lo mucho. Si sirves con un corazón alegre hoy, en el lugar donde estás, con las personas que tienes a tu alrededor, Dios te elevará en el momento correcto. No necesitas empujar puertas ni forzar oportunidades. Simplemente sé fiel donde estás, sirve con excelencia, y deja que Dios se encargue del resto.

Recuerda: el servicio no es un desvío en tu camino hacia la grandeza; es el camino mismo hacia la grandeza. Así que hoy, decide ser ese siervo excepcional. Decide hacer más de lo que se espera. Decide servir con alegría. Y observa cómo Dios comienza a abrir puertas que ningún hombre puede cerrar.

¡Comparte esta reflexión!

 Amado hermano, si este mensaje ha tocado tu corazón, no te lo guardes. Compártelo en tus redes sociales, grupos de WhatsApp y con tus seres queridos. Recuerda que una palabra a tiempo puede cambiar la vida de alguien. Quizás hay alguien en tu lista de contactos que necesita escuchar precisamente este mensaje sobre el servicio humilde hoy. Al compartir, te conviertes en un instrumento de bendición para otros. ¡Sé parte del cambio que Dios quiere hacer en la vida de las personas!

Dios te habla hoy:

«Amado hijo, Amada hija

Veo tu corazón y conozco tus luchas. A veces te sientes pequeño, invisible, como si tus esfuerzos no importaran. Pero déjame decirte algo: cada acto de servicio que haces con amor, lo recibo como una ofrenda preciosa.

Cuando te levantas temprano para ayudar a tu familia, lo veo. Cuando te quedas después de hora en el trabajo para apoyar a otros, lo noto. Cuando sirves en silencio, sin buscar reconocimiento, mi corazón se alegra.

No he llamado a todos a estar en grandes plataformas o a liderar multitudes. He llamado a cada uno a ser fiel donde está. Y tú, mi amado, estás exactamente donde necesito que estés en este momento.

Recuerda que mi Hijo Jesús, siendo Rey, se hizo siervo. Él lavó pies, alimentó hambrientos, tocó leprosos. Ningún acto de servicio era demasiado pequeño para Él. Y tú, que eres mi hijo, estás llamado a seguir sus pasos.

No menosprecies las pequeñas oportunidades de servir que pongo frente a ti. Son pruebas de tu fidelidad, son escalones en tu crecimiento. Estoy formando tu carácter, preparándote para cosas mayores.

Confía en mi tiempo. No te apresures buscando posiciones o reconocimiento. Yo sé cuándo estarás listo para más responsabilidad. Por ahora, sé fiel en lo poco. Sirve con alegría. Ama sin condiciones. Y observa cómo abro puertas que nadie puede cerrar.

Te amo, y estoy orgulloso de ti cuando eliges servir con un corazón humilde.»

Preguntas para reflexionar:

  • ¿Estoy sirviendo con un corazón genuino o busco reconocimiento?
  • ¿Qué pequeñas oportunidades de servir estoy pasando por alto?
  • ¿Cómo puedo ser más como Jesús en mi servicio a los demás?
  • ¿Estoy dispuesto a servir incluso cuando nadie me ve?
  • ¿Mi actitud refleja un corazón de siervo?
  • ¿Qué áreas de mi vida necesito entregar para servir mejor?
  • ¿Estoy siendo fiel en las pequeñas responsabilidades que Dios me ha dado?

Siembra en este Ministerio

Amado hermano, la Palabra nos enseña en 2 Corintios 9:6-7: «El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.» Cuando siembras en el Reino de Dios, no solo estás apoyando la obra, sino que estás activando un principio espiritual de cosecha en tu vida.

Así como hoy hemos hablado del servicio, tu ofrenda es una forma de servir a Dios y a los demás. Malaquías 3:10 nos dice: «Traed todos los diezmos al alfolí… y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.»

Para sembrar en este ministerio y ser parte de la transformación de vidas, puedes visitar www.fundacionhogaresbethel.org o www.godrecovery.org

Oración

Padre Celestial, vengo ante ti con gratitud por cada persona que está leyendo o escuchando este mensaje. Señor, tú conoces su corazón y sus luchas. Te pido que le des la fortaleza para servir con alegría, aun en las tareas más pequeñas. Que pueda ver cada oportunidad de servicio como una oportunidad para honrarte.

Bendice su hogar, su trabajo, su ministerio. Que donde otros vean tareas insignificantes, pueda ver oportunidades para demostrar tu amor. Dale un corazón como el de Jesús, dispuesto a servir sin buscar reconocimiento.

Oración por los adictos

Amado Dios, te presento a cada persona que está luchando contra la adicción. Tú eres el Dios de la libertad y la restauración. Rompe las cadenas de la adicción en sus vidas. Que encuentren en ti la fuerza para su recuperación y que puedan servir a otros que están pasando por lo mismo.

Padre, bendice abundantemente a cada persona que siembra en este ministerio. Multiplica su semilla, abre las ventanas de los cielos sobre sus vidas y derrama bendiciones que sobreabunden. Para aquellos que desean sembrar, pero no pueden en este momento, provee para ellos, abre puertas de prosperidad y bendícelos con abundancia.

Despedida

Me despido declarando que eres un siervo elegido por Dios. Que esta semana veas oportunidades divinas para servir, que tus pequeños actos de servicio se conviertan en grandes bendiciones. Declaro que Dios multiplicará tu semilla de servicio y que verás Su fidelidad manifestada en cada área de tu vida.

¡Hasta mañana! Recuerda: el servicio es el camino hacia la grandeza en el Reino de Dios.

«El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor.» – Mateo 20:26

¡Dios te bendiga abundantemente!

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