Fecha: 24 de diciembre
DÍA A DÍA: Reflexión Diaria Para Familias Contra La Adicción
Reflexión:
La recuperación, tanto para el que sufre de adicción como para sus seres queridos, no ocurre en el vacío. Como seres humanos, somos profundamente interdependientes. Nuestra necesidad de conexión no desaparece cuando estamos ante el dolor de la adicción; al contrario, se vuelve aún más evidente. Si bien puede ser difícil ver más allá del sufrimiento y la desesperación, lo que la adicción nos recuerda es que nadie puede sanar solo. Necesitamos de los demás para caminar en este proceso, y es en la interdependencia donde encontramos el potencial de sanación.
Cuando alguien a quien amamos lucha con la adicción, a menudo nos vemos atrapados en un torbellino de emociones: frustración, tristeza, culpa, e incluso la sensación de que no estamos haciendo lo suficiente. Puede ser muy difícil entender cómo podemos ayudar, o si realmente podemos hacer algo en absoluto. La verdad es que, aunque nuestras intenciones sean las mejores, no podemos resolver el sufrimiento del otro por ellos. La sanación no es una carga que podamos cargar por otro, pero sí es un camino que podemos recorrer juntos.
En lugar de asumir la responsabilidad de “arreglar” a nuestro ser querido, debemos aprender a ser un apoyo genuino, no un salvador. Esto requiere un profundo entendimiento de lo que es la interdependencia. La adicción no solo afecta a la persona que la sufre; su impacto se extiende a todos los miembros de la familia. En este sentido, la sanación también debe involucrar a la familia. Para que el proceso de recuperación sea completo, no solo el adicto debe sanar, sino también aquellos que lo rodean. La interdependencia implica reconocer que tanto el ser querido como nosotros mismos necesitamos sanar, crecer y aprender juntos.
Es importante recordar que la sanación no es lineal. No hay una solución rápida o una fórmula mágica para que todo mejore. Al igual que una planta que crece lentamente, la recuperación necesita tiempo, paciencia y espacio. No se trata de esperar que el otro cambie de inmediato o de imponer nuestras expectativas sobre su proceso. Se trata de estar presentes en cada momento, incluso cuando las cosas parecen no mejorar.
A lo largo de este proceso, lo que más necesitamos es conexión. Esa conexión no siempre tiene que ver con palabras, sino con la presencia, el cuidado y la empatía. Cuando nos permitimos estar vulnerables, cuando mostramos apoyo sin juicio y cuando compartimos nuestras propias luchas y miedos, estamos tejiendo una red de interdependencia que será fundamental para la recuperación de todos los involucrados. A veces, la verdadera fortaleza radica en ser vulnerables juntos, en reconocer que todos somos humanos y que todos tenemos algo que aprender.
Hoy, reflexiona sobre cómo puedes ser parte de esa red de apoyo. ¿Cómo puedes ser una presencia constante para tu ser querido sin asumir su carga? ¿De qué manera puedes fortalecer tu propio bienestar mientras apoyas el de él o ella? La verdadera interdependencia se construye cuando todos, tanto el adicto como sus seres queridos, se permiten sanar a su propio ritmo, sin presiones, pero con el compromiso de caminar juntos.
¡Dios te habla!
«Hijo mío, en tu dolor y en tu ansiedad, no estás solo. Yo estoy contigo, aunque las sombras parezcan envolver todo a tu alrededor. La adicción no solo afecta al que la padece, sino también a todos los que lo rodean. Pero recuerda, Mi amor es más fuerte que cualquier cadena, y Mi poder puede romper incluso los vínculos más profundos de sufrimiento. Confía en que la interdependencia que existe en tu familia y en tu comunidad es la vía para la sanación. Todos los miembros de tu familia, incluido tú, son esenciales en este proceso. Te invito a abrazar la vulnerabilidad con valentía, a abrir tu corazón sin miedo y a caminar juntos en la esperanza. No estás solo en este camino. Yo estoy aquí para sostenerte y guiarte.»
«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.» (Isaías 41:10)
Afirmación para hoy:
Repite conmigo:
«Hoy, reconozco la fuerza que hay en la interdependencia. Sé que, al caminar juntos con mi familia, la sanación es posible. Estoy listo para sanar, para aprender, y para ser parte de la restauración. No tengo miedo de ser vulnerable, porque confío en el amor que nos une.»
Comparte:
Este mensaje de esperanza y fortaleza no es solo para ti, sino también para aquellos que están cerca de ti. Comparte este video, esta reflexión, o el enlace de nuestra página en grupos de WhatsApp, redes sociales, o con tus seres queridos. Al hacerlo, estás extendiendo una mano amiga a aquellos que quizás necesiten escuchar estas palabras de aliento. A veces, una reflexión compartida puede ser la chispa que enciende la transformación. Comparte con amor, porque, al hacerlo, estás siendo parte del proceso de sanación de muchos. ¡Tu acción puede ser el cambio que alguien más necesita!
Pregunta reflexiva:
¿Qué pasos puedes tomar hoy para fortalecer la red de apoyo en tu familia y fomentar una interdependencia sana que facilite la recuperación tanto para tu ser querido como para ti?
Oración:
«Padre Santo, en este momento me acerco a Ti con humildad, sabiendo que en Tu presencia encontramos consuelo y paz. Te pido por mi ser querido, que está luchando con la adicción y la enfermedad mental. Te ruego, Señor, que Tu amor y Tu poder sanador toquen su corazón y lo liberen de las cadenas que lo atan. Que Tu luz le guíe hacia la libertad y la restauración. Señor, también te pido por mí, para que me des la sabiduría, la paciencia y la fortaleza para estar a su lado, sin perderme a mí mismo, sino fortalecido por Tu amor. Que Tu Espíritu Santo nos guíe en este proceso, renovando nuestra esperanza y confiando en Tu propósito divino. Gracias, Señor, por escuchar nuestra oración. Amén.»
Ofrenda:
Hoy quiero invitarte a considerar una ofrenda, un acto de fe que contribuya al trabajo que estamos haciendo en la Fundación Hogares Bethel. Si tienes un ser querido en recuperación, o si te gustaría apoyar a aquellos que aún no han iniciado su proceso, tu contribución puede ser un rayo de esperanza. Recuerda, no estás solo en este camino. Los 12 pasos para el adicto y para la familia están disponibles en nuestra página web, con recursos que pueden transformar vidas. Además, nuestros grupos de autoayuda están activos las 24 horas del día, todos los días, listos para brindarte el apoyo que necesitas. Tu donativo es una semilla plantada en fe, destinada a sostener el trabajo que hacemos, y a ayudar a aquellos que buscan la sanación.
Gracias por tu generosidad. Cada paso que tomamos juntos nos acerca más a la restauración completa.
Hasta mañana:
Desde la Fundación Hogares Bethel, te decimos con todo el corazón: No estás solo en este proceso. Hoy, mañana, siempre, estamos aquí para apoyarte, para amarte, y para caminar contigo. Que la paz de Dios te envuelva y que Su amor te fortalezca cada día.
Atentamente:
www.fundacionhogaresbethel.org