Enero 14
Queridos amigos, soy Richard Olives de la Fundación Hogares Bethel, y hoy quiero compartir contigo un mensaje especial que tocará tu corazón.
¿Sabes? Esta mañana mientras meditaba, Dios puso en mi corazón la historia de Sara, una joven que luchaba con las matemáticas. Quizás tú también estés enfrentando desafíos que parecen imposibles de superar. Tal vez sientas que has tocado fondo, como Sara cuando quiso rendirse. Pero déjame decirte algo: Dios tiene un plan perfecto para ti.
En 2 Corintios 12:9, el Señor nos dice: «Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad». ¡Qué poderoso! Cuando Sara se sentía más débil, Dios envió ayuda a través de un profesor que, con paciencia y dedicación, la ayudó a superar sus dificultades. De la misma manera, Dios está enviando ayuda para ti hoy.
Mira, el apóstol Pablo enfrentó persecución, rechazo y sufrimiento mientras compartía el mensaje de Cristo. Pero ¿sabes qué? En cada prueba, encontró gozo. En Filipenses 4:13 nos recuerda: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Esta no es solo una frase bonita; es una promesa para ti hoy.
Cuando vemos la vida de Pablo, encontramos tres principios fundamentales que podemos aplicar:
Primero, la humildad para reconocer que necesitamos ayuda. Sara lo hizo, sus padres lo entendieron, y Dios honró esa humildad.
Segundo, la perseverancia en medio de las dificultades. Pablo nunca se rindió, y tú tampoco debes hacerlo.
Tercero, la confianza en que Dios está obrando incluso cuando no lo vemos. Como dice Romanos 8:28: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien».
Amigo, amiga que me escuchas: quizás estés atravesando tu propio valle de dificultades. Tal vez las matemáticas no sean tu problema, pero enfrentas obstáculos que parecen insuperables. Quiero que sepas que Dios ve tu lucha. Él conoce tu corazón.
Así como Sara necesitó un mentor, Pablo necesitó a Ananías, y tú necesitas a Dios y a la comunidad que Él ha puesto a tu alrededor. No estás solo en este viaje.
Pero déjame advertirte algo: el enemigo querrá convencerte de que tus problemas son demasiado grandes, que no hay solución. ¡No le creas! Recuerda que las pruebas son temporales, pero el amor de Dios es eterno.
Hoy te desafío: da un paso de fe. Como Sara, acepta la ayuda que Dios te envía. Como Pablo, encuentra gozo en medio de las dificultades. Las matemáticas fueron el campo de batalla de Sara; la persecución fue el de Pablo. ¿Cuál es tu campo de batalla hoy?
Y aquí está la promesa: si te mantienes firme, si confías en Dios, si aceptas Su ayuda con humildad y perseverancia, verás la victoria. No porque seas perfecto, sino porque Él es fiel.
Declaro sobre tu vida que estas pruebas que enfrentas se convertirán en testimonios. Que donde hay debilidad, Dios mostrará Su fuerza. Que donde hay confusión, Él traerá claridad.
Recuerda: no son tus capacidades las que determinarán tu victoria, sino tu disposición para depender de Dios. Él tiene un plan, tiene los recursos, y tiene la victoria preparada para ti.
¡Este es tu momento! ¡Esta es tu temporada de renacimiento! Las dificultades son temporales, pero el amor y la fidelidad de Dios son eternos.
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DIOS TE HABLA:
«Hijo mío, hija mía:
He visto tus luchas silenciosas, esas batallas que libras cuando nadie más está mirando. Como Sara con sus matemáticas, sé que hay áreas en tu vida donde te sientes inadecuado, donde has considerado rendirte.
Pero quiero que sepas que no hay nada en tu vida que sea demasiado difícil para mí. Así como levanté a Pablo en sus momentos más oscuros, así estoy contigo. Cuando sientes que no puedes más, mis brazos te sostienen.
No te he llamado a caminar solo. He puesto personas en tu camino – maestros, mentores, amigos – que son mis manos extendidas para ayudarte. No tengas miedo de ser vulnerable, de pedir ayuda. En tu debilidad, mi poder se perfecciona.
Cada obstáculo que enfrentas es una oportunidad para que veas mi fidelidad. No son castigos, son peldaños para tu crecimiento. Como un padre paciente, estoy contigo en cada paso del camino.
Confía en mí. Persevera. Tu historia de superación será testimonio para otros de mi amor y mi poder.
Con amor eterno, Tu Padre Celestial»
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:
- ¿En qué áreas de tu vida te sientes como Sara, luchando por comprender y avanzar?
- ¿Has estado rechazando la ayuda que Dios te envía por orgullo o miedo?
- ¿Cómo puedes encontrar gozo, como Pablo, en medio de tus pruebas actuales?
- ¿Qué personas ha puesto Dios en tu camino para ayudarte, y cómo has respondido a esa ayuda?
- ¿De qué manera tu historia de superación puede ser un testimonio para otros?
Siembra en el Reino:
Amados hermanos, antes de terminar este tiempo juntos, quiero recordarles la importancia de sembrar en este ministerio. Tu ofrenda no es solo dinero: es esperanza para los adictos en recuperación, es luz para las familias rotas, es transformación para vidas perdidas. Pueden encontrar los detalles para ofrendar en www.fundacionhogaresbethel.org o www.godrecovery.org. Recuerda que Dios ama al dador alegre.
ORACIÓN:
«Padre Amado,
Venimos ante tu presencia con corazones humildes y agradecidos. Como Sara, muchos de nosotros enfrentamos desafíos que parecen montañas imposibles de escalar. Como Pablo, algunos atravesamos persecuciones y pruebas que intentan doblegarnos.
Señor, te pedimos que nos des la humildad para reconocer cuando necesitamos ayuda, la sabiduría para aceptarla, y la perseverancia para no rendirnos en el proceso. Que cada prueba se convierta en testimonio de tu fidelidad.
Padre, en este momento te presentamos especialmente a cada adicto en recuperación. Tú conoces sus luchas, sus miedos, sus batallas internas. Extiende tu mano sanadora sobre ellos. Que encuentren en ti la fuerza para seguir adelante un día a la vez. Rodéalos de personas que los guíen y apoyen en su camino hacia la libertad.
Bendice, Señor, a cada persona que siembra en este ministerio. Multiplica sus recursos, abre ventanas de cielo sobre sus vidas, protege a sus familias. Para aquellos que desean ofrendar pero no pueden en este momento, provee para sus necesidades y ábreles puertas de prosperidad.
Y al despedirnos hoy, declaramos que las cadenas se rompen, que la victoria es nuestra en Cristo Jesús. Declaramos que así como Sara venció sus temores y Pablo encontró gozo en las pruebas, cada persona que escucha este mensaje encontrará su salida.
En el poderoso nombre de Jesús, Amén.»
Me despido recordándoles que Dios está obrando en sus vidas. Las pruebas son temporales, pero Su amor es eterno. Que la paz que sobrepasa todo entendimiento guarde sus corazones. ¡Hasta mañana! Dios les bendiga abundantemente.
Richard Olives Fundación Hogares Bethel