Diciembre 16
DÍA A DÍA: Reflexión Diaria Para Familias Contra La Adicción
Reflexión:
Entiendo que este proceso es doloroso y confuso, tanto para tu ser querido como para ti. Cuando alguien cercano se enfrenta a una adicción, todos en la familia se ven afectados. El dolor de ver a un ser querido luchar con su dependencia es difícil de llevar, y muchas veces no sabemos qué hacer para ayudar. Sin embargo, hay algo que puede ser de gran ayuda tanto para él como para ti: la generosidad.
La generosidad, en este caso, no se trata solo de dar cosas materiales, sino de dar de uno mismo, de ofrecer apoyo y comprensión, incluso cuando también sientes dolor o frustración. A veces, cuando estamos profundamente heridos, es difícil pensar en los demás. Pero en la recuperación, tanto el adicto como su familia necesitan aprender a salir de su propio sufrimiento y enfocarse en los demás. A través de ese acto de generosidad, podemos encontrar una vía para sanar.
Cuando un ser querido está en recuperación, muchas veces está enfrentando una serie de pérdidas: la pérdida de su identidad anterior, las relaciones que se dañaron, la vida que conocía, y muchas veces la familia misma. Como familiar, tú también estás viviendo un proceso de duelo. Estás aprendiendo a soltar la persona que era antes de la adicción y aceptando a la persona que está luchando por cambiar. Este proceso no es fácil, pero lo que puede aliviar la carga es saber que, a pesar del dolor, hay formas de apoyarse mutuamente.
Aquí es donde entra la generosidad. La generosidad no significa «arreglar» a la otra persona o hacer que se sienta mejor a toda costa. Significa ofrecer tu apoyo, sin expectativas, aún cuando tú también estás pasando por un momento difícil. A veces, un pequeño gesto como escuchar sin juzgar, estar presente en los momentos difíciles o ayudar a tu ser querido en las tareas cotidianas puede ser un gran alivio para ambos.
Lo más importante es que este apoyo no solo ayuda al adicto, sino que también te beneficia a ti. Al dar generosamente, te alejas momentáneamente del sufrimiento interno que puedes estar sintiendo y te conectas con la otra persona. Esto no quiere decir que ignores tus propios sentimientos, sino que, al ayudar, puedes encontrar un respiro, un momento para reconectar con tu propósito y mantener la esperanza. Es una forma de encontrar algo bueno en medio de la tormenta.
Además, este proceso de generosidad también abre la puerta para que el adicto aprenda a recibir ayuda. Muchas veces, las personas con adicción tienen dificultades para aceptar apoyo, pero tu generosidad puede ser el primer paso para que ellos también aprendan a abrirse y pedir ayuda cuando la necesiten. La recuperación es un camino de dos vías: ambos, el adicto y su familia, deben aprender a apoyarse mutuamente.
Recuerda que no estás solo/a en esto. La recuperación es un proceso colectivo. Al dar apoyo, no solo estás ayudando a tu ser querido a avanzar en su recuperación, sino que también estás dándote un regalo a ti mismo: la oportunidad de sanar y de reencontrarte con la esperanza. La generosidad, en momentos de dolor, es una forma de encontrar fuerza para seguir adelante, de darle un propósito a tu esfuerzo y, sobre todo, de construir juntos un futuro mejor.
Sé que no es fácil, pero al abrazar este espíritu de generosidad, tanto tú como tu ser querido tienen la posibilidad de encontrar un camino hacia la sanación y la paz.
¡Dios te habla!
“Hijo/a mío/a, sé que el camino que estás recorriendo no es fácil, pero quiero que sepas que te acompaño en cada paso. El dolor que sientes, la confusión y el sufrimiento no me son ajenos. Recuerda que yo he llamado a todos a ser generosos, no solo con lo que tienen, sino con su amor, su tiempo, su atención. Cuando tú das, incluso en tus momentos de dolor, abres tu corazón y me dejas entrar. Mi gracia es suficiente para ti, y cuando das de ti, es cuando más cerca estás de Mi. Confía en que no estás solo/a, y que tu generosidad, en medio del dolor, traerá consuelo y restauración tanto a ti como a los que te rodean. En cada acto de generosidad, en cada paso de fe, estaré contigo. No temas, porque en tu dar encontrarás la paz que tanto buscas.»
Basado en 2 Corintios 12:9: “Pero él me dijo: ‘Te basta con mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.’ Por lo tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.”
Afirmación para hoy:
Repite conmigo:
«Hoy elijo dar, incluso cuando me siento vulnerable. Sé que mi generosidad me ayudará a sanar y a aliviar el dolor, tanto en mí como en los demás. Mi corazón está abierto a recibir ayuda, y en mi dar, encuentro paz. Mi generosidad es un reflejo de mi fe y de la bondad que Dios ha sembrado en mí.»
Comparte:
Querido/a amigo/a, hoy quiero invitarte a reflexionar sobre un tema profundo que puede transformar tu vida y la de quienes te rodean. Este video es una invitación a abrazar el espíritu de generosidad, incluso en momentos de dolor. Si sientes que esta reflexión puede ser útil para alguien que atraviesa un proceso de recuperación o una dificultad emocional, compártelo. En estos tiempos, un gesto de apoyo, aunque sea virtual, puede ser justo lo que alguien necesita para encontrar esperanza. Comparte este mensaje en tu grupo de WhatsApp, en tus redes sociales, y hazlo con amor, porque todos tenemos algo que dar, y a veces, compartir es el primer paso hacia la sanación de otros. Dios te ha llamado a ser luz para los demás, así que da el primer paso, y permite que este mensaje llegue a quien más lo necesite.
Pregunta reflexiva:
¿Cómo te sientes al saber que, incluso en tu dolor, tienes el poder de ayudar a otros a través de tu generosidad? ¿Qué cambios podrías hacer hoy para comenzar a dar, incluso si es solo con tu tiempo o tu presencia?
Oración:
Padre Celestial, hoy vengo ante Ti con un corazón lleno de esperanza y fe, pidiendo por [nombre de tu familiar], quien está enfrentando luchas profundas en su salud mental o adicción. Te pido que le brindes consuelo en su dolor, fortaleza en su debilidad y la valentía para aceptar la ayuda que necesita. Señor, sé que Tú estás con él/ella, guiando sus pasos y envolviéndole en Tu amor infinito. También te pido por mí, por la fortaleza para seguir acompañando a mi ser querido con generosidad, paciencia y comprensión. Ayúdame a recordar que, en mi dolor, también puedo encontrar sanación al dar. Gracias por Tu amor que nunca falla, por Tu gracia que nos cubre. Confío en Ti, Señor, y te pido que sigas obrando en nuestras vidas. Amén.
Ofrenda:
Hoy te invito a considerar la posibilidad de realizar una ofrenda para apoyar a aquellos en proceso de recuperación. Esta contribución, aunque pequeña, tiene un gran impacto en las vidas de aquellos que necesitan un apoyo constante para seguir adelante. Los fondos recaudados son destinados a los gastos diarios y a la producción de recursos que acompañan el trabajo de nuestra fundación. Lo hacemos con amor y desde el corazón, sabiendo que cada gesto cuenta. Si deseas contribuir, encontrarás los datos en la descripción de este video y en nuestra página web. Recuerda, todo lo que damos, lo hacemos con gratitud, y cada ofrenda, sin importar su tamaño, es un acto de generosidad que cambia vidas.
Hasta mañana:
Con todo el amor y apoyo de parte de la Fundación Hogares Bethel, queremos decirte que no estás solo/a. En este camino de recuperación, tanto para tu ser querido como para ti, te rodeamos de amor, fe y esperanza. Mañana será otro día para seguir adelante, con generosidad en nuestros corazones y confianza en el proceso. Que Dios te bendiga y te dé la paz que solo Él puede dar. ¡Nos vemos mañana, con más amor y esperanza para ti y tu familia!
Atentamente:
www.fundacionhogaresbethel.org