MI DIARIO, de la Fundación Hogares Bethel
(Inspirado en El Solo Por Hoy de NA)»
Al comienzo de nuestro camino de recuperación, cuando sentimos el alivio de dejar atrás la adicción, es fácil caer en la tentación de pensar que podemos retomar el control total de nuestras vidas, olvidando el sufrimiento que nos trajo hasta aquí. La ilusión de esos primeros días es intensa. Llegamos a las reuniones de NA desesperados, medio destrozados, y encontramos en otros adictos un reflejo de nuestra propia lucha. El mensaje que escuchamos nos da fuerza para liberarnos del consumo, y por primera vez, en mucho tiempo, experimentamos un respiro. Nos sentimos como en casa, con una nueva forma de vivir que cambia todo a nuestro alrededor. Cada aspecto de nuestra vida comienza a girar alrededor de NA.
Sin embargo, después de un tiempo, esa novedad desaparece. Las reuniones dejan de ser emocionantes, las palabras de nuestros compañeros parecen repetitivas y vacías. Incluso nos encontramos pensando en las viejas costumbres, tentados a regresar a esa vida que tanto daño nos hizo. Algunos lo intentamos, pero cuando volvimos al viejo mundo, nada había cambiado. La vida de adicción seguía siendo la misma: destructiva y vacía.
Finalmente, regresamos a NA y nos dimos cuenta de que la recuperación no es solo una emoción pasajera, sino una forma de vida. Tal vez nuestras reuniones no siempre sean divertidas, pero hay una fuerza en ellas que nos mantiene unidos y vivos. Hoy sabemos que nuestra vida depende del programa, y por eso lo practicamos con la seriedad que merece.
Solo por Hoy: Ya no soy la maravilla de los primeros días; mi vida está arraigada en NA y aquí me quedaré.
2. Reflexión terapéutica
En el proceso de recuperación, el cerebro puede jugar trucos. Inicialmente, el alivio de dejar la adicción nos da una sensación de control y euforia, pero a medida que pasa el tiempo, la emoción disminuye. En este punto, el pensamiento automático nos puede hacer creer que hemos superado el problema y que podemos regresar a nuestras antiguas costumbres sin consecuencias. Esto se conoce como el «efecto de la maravilla de los treinta días». Nuestra mente, acostumbrada a la gratificación instantánea, nos puede hacer olvidar el dolor del pasado y minimizar los riesgos del futuro.
El enfoque cognitivo-conductual sugiere que cambiemos esos patrones de pensamiento distorsionados. En lugar de ver las reuniones de NA como aburridas o repetitivas, podemos reconectar con el propósito central: son espacios de apoyo y crecimiento. Cada reunión es una oportunidad de reforzar nuevas conexiones neuronales, fortalecer nuestra resistencia y seguir rompiendo con los viejos hábitos.
Reconocer los pensamientos distorsionados y cambiarlos por otros más realistas y constructivos es esencial para mantenernos firmes en nuestra recuperación. En vez de sucumbir a la tentación de pensar que «todo está bajo control», recordemos que la adicción es una enfermedad crónica que requiere vigilancia constante y apoyo.
3. Reflexión espiritual
En el camino de la recuperación, recordamos las palabras de Jesús: «El que persevere hasta el fin, ese será salvo» (Mateo 24:13). La perseverancia es clave, no solo en la fe, sino también en la lucha diaria contra nuestras debilidades. Como cuando el apóstol Pablo habló de su propia batalla en Romanos 7:19: «Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago». Esta lucha interna refleja el conflicto que muchos adictos experimentan.
El programa de NA nos enseña que no podemos luchar solos. Dios, en su infinita misericordia, nos ofrece un camino de vida nuevo, pero también nos llama a caminar en comunidad, con otros que comparten nuestra lucha. No debemos caer en la tentación de volver a las antiguas costumbres. Filipenses 3:13 nos anima: «Olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante». Nuestra nueva vida en recuperación es una invitación divina a avanzar, a dejar el pasado atrás y a buscar una vida más plena en Dios.
4. Dios te habla!
Hijo mío, sé que el camino ha sido difícil y que en algún momento te sentiste perdido. Yo estuve allí, sosteniéndote incluso cuando no me veías. Ahora que has encontrado alivio en tu recuperación, quiero que recuerdes que no puedes caminar solo. A veces te sentirás tentado a volver a controlar todo, a pensar que ya no necesitas ayuda, pero te digo esto: no te olvides del dolor del pasado.
Yo soy tu fuerza, soy quien te ha liberado. Pero para mantener esa libertad, debes seguir caminando en este nuevo camino. Las reuniones, los amigos de NA, son regalos que te he dado para que no estés solo. Cuando la rutina te parezca monótona, recuerda que es ahí donde te encuentras conmigo, en lo cotidiano, en cada paso que das para mantenerte firme.
No regreses a la oscuridad de donde te saqué. Yo tengo planes de bienestar para ti, planes para darte un futuro y una esperanza. Confía en mí y sigue adelante, porque juntos podemos más de lo que imaginas.
5. Oración a Dios como adicto
Señor, hoy me acerco a Ti con humildad, reconociendo que sin Tu ayuda no puedo seguir adelante. En este momento de mi vida, cuando la novedad de la recuperación se ha desvanecido, te pido que me renueves, que llenes mi corazón de fortaleza para no caer en las trampas del pasado.
Tú conoces mis luchas, mis tentaciones, y te pido que me sostengas cuando quiera rendirme. Dame sabiduría para ver las señales de peligro y fuerza para mantenerme firme en mi decisión de vivir una vida libre. Gracias por poner a mi alrededor a personas que me apoyan y por mostrarme el camino a seguir. Hoy elijo vivir bajo tu guía. Amén.
6. Mensaje de esperanza
Si hoy te sientes abrumado por el proceso de recuperación, quiero recordarte que no estás solo. Cada paso que das, cada reunión a la que asistes, es una victoria. La vida en recuperación es un viaje, y aunque a veces parezca lento o difícil, estás avanzando. No importa cuántas veces caigas, lo importante es que siempre te levantes y sigas adelante. La esperanza está viva, y cada día es una nueva oportunidad para crecer y sanar.
7. Compromiso para hoy
Hoy me comprometo a practicar mi recuperación con seriedad, sabiendo que mi vida depende de ello. No daré lugar a pensamientos que me hagan dudar, y me mantendré conectado con las herramientas que me han mantenido firme hasta ahora. Solo por hoy, seguiré adelante.
8. Ejercicio práctico para el adicto en recuperación
Para el día de hoy, escribe tres cosas por las que estás agradecido en tu recuperación. Luego, llama a un amigo de NA o a alguien que te apoya y comparte con ellos estas tres cosas. Mantén esta conversación positiva, enfocándote en lo que has ganado y en lo lejos que has llegado. Este ejercicio te ayudará a fortalecer tus conexiones y a recordar que la recuperación es un regalo continuo.