OPCIONES

Terapia del adicto

. Reflexión:

Querido amigo, quiero que tomes un momento para reflexionar sobre lo que acabas de leer. Nos dicen que la adicción no es algo que elegimos, y esto es una gran verdad. Desde pequeños, soñamos con un futuro lleno de esperanza: un trabajo digno, una familia, una vida que nos dé respeto y felicidad. Pero en algún punto, nuestra vida tomó un giro que no esperábamos, y comenzamos a perder el control sobre aquello que pensábamos que podíamos manejar. Nadie nos preguntó si queríamos ser adictos cuando crecíamos, y de alguna manera eso no fue nuestra elección. Pero hoy, es importante que entiendas algo fundamental: aunque no elegimos caer en la adicción, ahora tienes el poder de elegir la recuperación.

Hoy, no eres esclavo de tus errores pasados ni de las circunstancias que te llevaron a este lugar. Dios te ha dado la oportunidad de vivir una nueva historia. Puede que el camino no sea sencillo, pero te aseguro que cada paso hacia la recuperación es un paso hacia la libertad. Lo más hermoso de todo esto es que, en Cristo, encontramos la fuerza para levantarnos de las caídas, para sanarnos de nuestras heridas, y para avanzar hacia una vida mejor.

Es importante que dejes de culparte por lo que no pudiste evitar, pero que asumas la responsabilidad de lo que puedes hacer ahora. Estás en un proceso de restauración, y la clave está en decidirte a tomar el control de tu vida con la ayuda de Dios.


2. Soporte Bíblico

En momentos como estos, cuando te enfrentas a la lucha contra la adicción, es vital recordar que no estás solo. La Palabra de Dios nos enseña que, aunque la vida puede parecernos un camino lleno de obstáculos, Él está con nosotros para ayudarnos a superarlos.

Te invito a leer lo que dice Filipenses 4:13: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.» Esta promesa es tan poderosa. No importa cuán difícil sea el camino que tienes por delante, en Cristo tienes la fortaleza para seguir adelante. No se trata de tus fuerzas, sino de las de Él, que se hacen perfectas en tu debilidad.

La Biblia también nos recuerda en 2 Corintios 12:9: «Pero Él me dijo: ‘Te basta mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.’ Por tanto, de buena gana me gloriaré en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.» Aunque sientas que no puedes más, recuerda que en tus momentos de mayor fragilidad, es cuando el poder de Dios se manifiesta con mayor claridad.

Así que, querido amigo, aunque te enfrentes a momentos difíciles, en Cristo tienes la fuerza y la esperanza para avanzar. No estás solo en tu lucha. Él camina contigo.


3. Afirmación para Hoy

Ahora, quiero que repitas conmigo estas palabras con todo tu corazón, porque este es el primer paso hacia la restauración:

REPITE CONMIGO:

Hoy elijo la recuperación. No me dejo definir por mi pasado, ni por mis errores. A partir de hoy, mi vida está en las manos de Dios, y en Su fuerza me levantaré. Puedo hacer frente a cualquier situación que se presente, porque sé que Cristo me fortalece. Soy un adicto en recuperación, pero más que eso, soy una nueva creación en Cristo. Hoy es un día para avanzar con esperanza y determinación.


4. Invitación a suscribirte

Quiero invitarte a que te suscribas a nuestra página para recibir publicaciones diarias que te ayudarán en tu camino de recuperación. Esta es una herramienta valiosa que te proporcionará apoyo y guía, y lo mejor de todo es que está centrado en la esperanza que Dios nos da. Comparte estas publicaciones con tus amigos y familiares, especialmente a través de grupos de WhatsApp y Facebook, para que puedas ser una fuente de luz para otros que también están enfrentando luchas similares con la salud mental y las adicciones. Juntos, podemos caminar hacia la restauración.


5. Oración de Adicción en Recuperación

Finalmente, quiero invitarte a orar conmigo. Habla con Dios desde tu corazón, y si es posible, hazlo en voz alta para que puedas escuchar lo que Dios tiene para ti.

Oración:

Señor, vengo ante Ti hoy con un corazón arrepentido y lleno de esperanza. Te doy gracias porque, aunque no elegí ser adicto, ahora sé que Tú me das el poder de elegir la recuperación. Te pido, Señor, que me des fuerza para caminar este camino que a veces parece tan difícil. Tú sabes lo que hay en mi interior, sabes mis luchas, mis caídas, pero también sé que me amas y me has llamado a una vida nueva.

Te entrego mis temores, mis debilidades y mi dolor. Te pido que tomes el control de mi vida, que me sanes de dentro hacia afuera, y que me des la sabiduría para tomar decisiones que me acerquen a Ti. Gracias porque, aunque en mi debilidad me siento pequeño, en Ti soy más que vencedor.

Ayúdame a recordar cada día que no soy un esclavo de mis adicciones, sino un hijo tuyo en proceso de restauración. Te pido que tu gracia me cubra y me fortalezcas para seguir adelante. En el nombre de Jesús, Amén.


Recuerda, amigo mío, que Dios está contigo, y cada paso que des en este proceso de recuperación es un testimonio de Su amor y poder en tu vida. Estoy aquí para apoyarte en lo que necesites. ¡Ánimo, que la victoria es tuya en Cristo!

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