Diciembre 07
UN PASO A LA VEZ: Reflexión diaria para la Transformación del Adicto
Reflexión:
¡Hola, hermano! Te hablo con mucho cariño, desde lo más profundo de mi ser, porque sé lo que cuesta caminar por este sendero. Hoy quiero compartir algo contigo. Entiendo lo difícil que es ver más allá del deseo de recuperar lo perdido, esa “niñez” que pensamos que la adicción nos robó. Es natural querer volver atrás, querer vivir de nuevo la alegría y la libertad que la adicción nos negó. Pero quiero decirte que la verdadera libertad viene con la madurez, con el entendimiento profundo de lo que estamos viviendo.
A veces, como lo dice el texto, podemos caer en lo que llaman el «síndrome de Peter Pan», es decir, esa idea de que podemos quedarnos eternamente jugando y sin asumir nuestras responsabilidades. ¡Pero no es así! La verdadera fortaleza en la recuperación viene cuando nos permitimos madurar, cuando reconocemos que el camino no solo es para divertirnos, sino para crecer, para hacernos responsables, para cambiar.
Me recuerdo de cuando recién comencé mi recuperación. Pensaba que todo se trataba de pasarlo bien y “recuperar el tiempo perdido”, pero con el tiempo me di cuenta de que la verdadera satisfacción estaba en entender los principios que me ayudaban a vivir mejor, a ser un hombre íntegro, a ser alguien en quien otros pudieran confiar.
Es cierto que, al principio, todo esto puede parecer complicado, rígido, aburrido incluso. Pero lo que no sabíamos en ese momento, lo que sólo descubrimos con el tiempo, es que esas Tradiciones, esos principios, son lo que nos da la verdadera libertad. Nos enseñan a vivir con respeto, a ser responsables, a servir a otros con amor y generosidad.
Ahora, hermano, te invito a que sigas abierto al aprendizaje. No dejes que la mente cerrada te impida crecer. Mantente enseñable, mantén el corazón dispuesto a recibir lo nuevo, lo profundo, lo que puede cambiar tu vida. No te dejes engañar por la apariencia de rigidez; en cada Tradición, en cada principio, hay un tesoro de libertad esperando ser descubierto.
Recuerda siempre que nuestra recuperación no es solo para nosotros, sino también para aquellos que vendrán después. Así como un día tú miraste a otros como “predecesores”, hoy te corresponde a ti ser guía, ser mentor, ser luz para aquellos que vienen detrás. ¡Ese es el verdadero propósito de todo esto! Ser cada vez más libres y ayudar a otros a encontrar esa libertad.
Yo te bendigo en este camino, hermano, y te animo a seguir adelante, con mente abierta, con corazón dispuesto, y con la certeza de que cada paso que das es un paso más cerca de esa libertad que tanto anhelas. ¡Un abrazo fuerte!
Pregunta reflexiva:
¿Qué principios de la recuperación aún no has comprendido profundamente, y cómo puedes mantener tu mente abierta para aprender de ellos, a pesar de las dificultades que enfrentas?
¡Dios te habla!
«Querido hijo mío, te hablo hoy con amor y con la esperanza de que sigas creciendo en este camino que has elegido. Sé que la tentación de permanecer en lo cómodo, en lo conocido, te llama a veces. Pero te invito a abrir tu mente y tu corazón, a comprender que el verdadero crecimiento llega cuando te permites madurar y asumir nuevas responsabilidades. Yo estoy contigo, y te doy la fuerza para ser enseñable, para buscar más allá de lo que ya sabes y para vivir según mis principios de amor, paz y servicio. No temas aprender más, porque en cada paso que tomas hacia el conocimiento, me acercas más a ti. Yo soy tu guía, y a través de tu apertura, vivirás la libertad que anhelas. Te bendigo con cada paso de tu jornada. Amén.»
Afirmación para hoy:
«Repite conmigo: Hoy elijo mantener mi mente abierta y enseñable, sabiendo que cada aprendizaje, por difícil que sea, me acerca más a la paz y a la madurez que busco. Confío en que mis principios guiarán mi camino hacia una vida plena y responsable.»
Oración:
«Padre celestial, hoy vengo ante ti con humildad, sabiendo que necesito tu guía. Mi mente y mi corazón están abiertos a aprender más sobre los principios que me has dado. Te pido que me des la sabiduría para madurar en mi recuperación y asumir mis responsabilidades con amor y paciencia. Ayúdame a ser un ejemplo para otros, y a mantenerme enseñable a lo largo de este viaje. Que mi vida sea un reflejo de tu paz, y que, con cada paso que dé, pueda acercarme más a ti. En el nombre de Jesús, amén.»
Comparte:
«Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre la importancia de mantener nuestra mente abierta durante el proceso de recuperación. Si alguna vez has sentido que la rigidez te aleja del crecimiento, este es el momento perfecto para reconsiderarlo. Este mensaje es una herramienta de liberación, un recordatorio de que siempre podemos aprender, crecer y ayudar a otros en el camino. Si tú también sientes que este mensaje puede transformar la vida de alguien más, compártelo. Ayudemos a que más personas encuentren la libertad en su recuperación. Juntos podemos ser instrumentos de cambio.»
Ofrenda:
«Hoy, mientras reflexionamos sobre la importancia de mantenernos abiertos al aprendizaje, quiero invitarte a considerar una ofrenda para apoyar esta causa tan importante. Tu contribución, aunque sea pequeña, puede hacer una gran diferencia en la producción de herramientas que ayudan a otros a encontrar la libertad en su recuperación. Recuerda, cada gesto de generosidad viene desde el corazón y es una forma de agradecer por el apoyo que has recibido. Con tu ayuda, podemos seguir apoyando a muchos más. Haz tu donación hoy, con el corazón agradecido y dispuesto.»
Hasta mañana:
«Querido hermano, gracias por acompañarnos hoy en este espacio de reflexión. Recuerda que tu recuperación es un proceso continuo, y cada día es una nueva oportunidad para crecer. Te enviamos un abrazo lleno de amor y fortaleza. ¡Hasta mañana, que Dios te bendiga siempre! — Fundación Hogares Bethel.»
Atentamente:
www.fundacionhogaresbethel.org
