Diciembre 14
UN PASO A LA VEZ: Reflexión diaria para la Transformación del Adicto
Reflexión:
Sé que este camino no es fácil. Cuando miras atrás, puede parecer que has perdido mucho o que las cicatrices que dejas son demasiado profundas. Es normal sentir que, tal vez, tu historia está marcada más por los errores que por los logros. Pero quiero que sepas algo muy importante: no estás solo/a en esto. La adicción no te define por completo. Eres mucho más que esa lucha interna que has estado enfrentando.
Hoy quiero hablarte de algo que a veces pasamos por alto cuando estamos atrapados en nuestro dolor: la imperfección. A veces, creemos que debemos ser perfectos para merecer algo mejor, pero déjame decirte algo con todo mi corazón: ser imperfecto es ser humano. Nadie es perfecto, y eso está bien. Nadie tiene todo resuelto, y eso está bien también.
Tú has estado haciendo lo mejor que podías, aunque no siempre lo hayas logrado. La adicción tiene una fuerza destructiva que puede hacerte sentir como si no valieras, como si no tuvieras nada bueno que ofrecer. Pero quiero que mires dentro de ti, con honestidad. Tienes virtudes, tienes talentos, tienes cualidades que merecen ser vistas. Puede que esas cualidades hayan estado cubiertas por el miedo, el dolor o las mentiras de la adicción, pero siguen allí, esperando a ser descubiertas.
Tu imperfección no te hace menos valioso. Al contrario, la verdadera fortaleza está en reconocer esas imperfecciones y seguir adelante a pesar de ellas. El viaje de la recuperación no es una carrera hacia la perfección. Es un camino hacia la aceptación de ti mismo/a tal y como eres, con tus sombras y tus luces.
Sé que a veces te cuesta aceptar tus fallos, que el sentimiento de culpa y vergüenza puede ser abrumador. Pero entiende esto: todos cometemos errores. La diferencia está en lo que hacemos después de esos errores. Puedes levantarte, aprender de ellos y seguir adelante. Eso es lo que importa. Eso es lo que te hará más fuerte.
Recuerda, el proceso de sanar es también un proceso de ser más humano, más compasivo contigo mismo/a, más humilde. La humildad no significa bajar la cabeza o sentirte pequeño/a. La humildad es aceptar tu humanidad, tus fallos, tus errores, pero también tus éxitos y tu capacidad de cambiar.
Hoy, te invito a que te mires en el espejo con un poco más de suavidad, sin juzgarte tan duro. Acepta que no eres perfecto/a y que eso está bien. La perfección no existe, pero tú sí. Y eso es lo único que realmente importa.
Pregunta reflexiva:
¿De qué manera puedo empezar hoy a aceptar mis imperfecciones y verlas como una oportunidad para crecer y ser más auténtico/a en mi recuperación?
¡Dios te habla!: Mensaje de Dios con base en este tema:
«Hijo/a mío/a, te veo tal como eres, con tus fortalezas y tus debilidades. Tu perfección no está en la ausencia de fallos, sino en tu disposición a caminar a mi lado con humildad. Entiende que cada imperfección que tienes es parte de tu humanidad, y es por eso que te amo más profundamente. No te pidas ser perfecto/a; más bien, ven a mí con un corazón humilde. Yo soy el que sana, el que te sostiene y el que te guía. Confía en mí, porque tus fallos no me alejan de ti, sino que me acercan aún más. Sigue adelante, porque yo estoy contigo en cada paso de tu recuperación.»
Versículo: «El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu contrito.» – Salmo 34:18
Afirmación para hoy:
«Repite conmigo: Hoy me acepto tal y como soy, con mis imperfecciones, porque sé que son parte de mi proceso. Elijo caminar con humildad, reconociendo mis fortalezas y aprendiendo de mis errores. Confío en que cada día soy más fuerte en mi recuperación.»
Oración a Dios:
«Amado Dios, vengo ante ti con un corazón lleno de gratitud, reconociendo que soy imperfecto/a, pero que en tu gracia encuentro consuelo y fortaleza. Ayúdame a aceptar mis fallos sin que me definan, y dame la sabiduría para ver mis dones y virtudes, incluso en medio de mis luchas. Te pido que me guíes con humildad para que pueda seguir adelante con confianza, sabiendo que no estoy solo/a en este camino. Gracias por tu amor y por nunca abandonarme. En el nombre de Jesús, Amén.»
Mensaje corto para compartir la reflexión:
«Hoy quiero compartir algo que me ha tocado profundamente. La adicción no define quién soy; mis imperfecciones son parte de mi humanidad y, a través de la humildad, puedo aceptar mi camino hacia la recuperación. Si tú también estás luchando, quiero invitarte a leer esta reflexión. Juntos podemos encontrar sanación y esperanza. Comparte esta página, seamos instrumentos de libertad para otros. Porque nunca estamos solos en este viaje.»
Sensibilización para considerar una ofrenda:
«Hoy, al reflexionar sobre nuestra humanidad, nuestras imperfecciones y la fuerza que encontramos en la recuperación, quiero invitarte a considerar hacer una pequeña ofrenda en nombre de tu propio proceso de sanación. Cada contribución, por pequeña que sea, ayuda a que la Fundación Hogares Bethel continúe su labor diaria y apoye a más personas que están en el mismo camino que tú. Si sientes en tu corazón la gratitud por el apoyo recibido, este es un hermoso acto de generosidad. Puedes hacerlo aquí, con un corazón lleno de agradecimiento. Gracias por ser parte de esta red de apoyo y crecimiento.»
Hasta mañana:
«De parte de Fundación Hogares Bethel, te enviamos un abrazo de esperanza. Recuerda que tu recuperación es valiosa y, cada día, es una nueva oportunidad para vivir con más humildad, amor y gratitud. Estamos contigo, siempre.»
Atentamente:
www.fundacionhogaresbethel.org