Diciembre 03
UN PASO A LA VEZ: Reflexión diaria para la Transformación del Adicto
Reflexión:
Quiero hablarte con una palabra de fe y esperanza, con el corazón lleno de amor para ti. Hoy quiero contarte una historia, una historia que tocó mi vida profundamente y que sé que va a tocar la tuya también. Es la historia de un hombre ciego, sentado en una acera. Él tenía una gorra a sus pies, y sobre un pedazo de madera, con tiza blanca, escribía una frase: «Por favor, ayúdame, soy ciego.» Su vida, su día a día, consistía en esperar que alguien pasara y dejara una moneda en su gorra. Cada día, lo mismo. Pero muy pocos se detenían.
Ahora, escucha bien lo que te voy a decir. Un día, pasó por allí un hombre, un creativo de la publicidad. Miró al ciego, vio la poca ayuda que recibía, y decidió hacer algo diferente. Sin pedir permiso, tomó el cartel y lo dio vuelta. Con tiza blanca, escribió algo nuevo, algo que reflejaba la realidad del ciego de una manera que nadie antes había visto. Y luego, se fue.
Al caer la tarde, ese hombre pasó de nuevo por allí. Esta vez, al ver al ciego, notó que su gorra estaba llena de monedas y billetes, mucho más que antes. El ciego, con su agudo sentido del olfato, percibió que aquel hombre había sido quien cambió su cartel. Y entonces le preguntó: “¿Fuiste tú el que escribió algo nuevo en mi cartel? ¿Qué escribiste?”
El creativo le respondió con humildad: “Solo cambié las palabras, pero el mensaje sigue siendo el mismo, querido amigo. Lo que escribí es tan cierto como lo que vives, solo lo expresé de otra manera.”
El ciego nunca supo lo que exactamente estaba escrito en el cartel. Pero lo que sí supo es que algo había cambiado. Y, querido hermano, te pregunto: ¿No será que nuestra vida también necesita un cambio en el mensaje que estamos proclamando? ¿No será que, como aquel ciego, estamos esperando limosnas, esperando que alguien cambie nuestra realidad, sin darnos cuenta de que somos nosotros los que necesitamos cambiar el enfoque, el mensaje, y las palabras de nuestra vida?
Hoy, Dios te dice: «Es tiempo de cambiar.» Si lo que has estado haciendo no te ha dado resultados, si sigues en el mismo lugar, en la misma tristeza, en la misma adicción, en el mismo círculo de dolor, es hora de cambiar. Es hora de ver la vida con nuevos ojos, con nuevas palabras, con nuevas decisiones. Y no te hablo de cambios superficiales, te hablo de cambios que vengan de lo profundo de tu ser, que vengan del corazón, que vengan de una decisión genuina de dejar atrás lo viejo y abrazar lo nuevo en Cristo.
Ese ciego cambió su destino con una sola decisión, y tú también puedes hacerlo. No esperes más, no sigas esperando que todo cambie solo. Dios está contigo, pero tú también tienes que hacer tu parte. Cambia el cartel de tu vida, cambia las palabras que estás escribiendo, porque solo así verás cómo las bendiciones empiezan a fluir, como esas monedas y billetes que llenaron la gorra del ciego. ¡Haz ese cambio ahora!
Recuerda,: «Un buen árbol no puede producir frutos malos.» Tú eres ese árbol, y hoy puedes comenzar a producir frutos buenos, frutos que bendigan tu vida y la de los demás. ¡Cambia el mensaje, cambia la vida, y verás cómo todo comienza a transformarse! Dios te ama, y hoy te invita a un cambio radical, pero lleno de esperanza.
Pregunta reflexiva:
¿Qué cambiarías en tu vida hoy si pudieras ver con los ojos del corazón y tomar decisiones que te conduzcan hacia la paz y la libertad que tanto anhelas?
¡Dios te habla! (Mensaje de Dios para ti):
Hijo mío, sé que te sientes atrapado en la lucha, pero te digo: No estás solo. Yo soy tu fortaleza y tu guía. Así como aquel ciego vio su vida transformada por un simple cambio de palabras, yo te invito a cambiar el enfoque de tu corazón. No te detengas, porque tus mejores días están por venir. Confía en mí, y verás que lo que parecía imposible, será posible en mi nombre. En mis manos, todo lo que tú crees perdido, yo lo puedo restaurar. No temas, porque yo te amo con un amor eterno. Cambia, da un paso de fe, y verás como la primavera comienza a florecer en tu vida.
«Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.» (Jeremías 29:11)
Afirmación para hoy:
Repite conmigo: Hoy decido cambiar la dirección de mi vida, dejando atrás lo que me ha limitado y abrazando las nuevas oportunidades que Dios tiene para mí. Sé que soy capaz de transformar mi realidad, un paso a la vez.
Oración a Dios:
Padre celestial, hoy vengo ante ti reconociendo que necesito un cambio profundo en mi vida. Reconozco que mis decisiones pasadas no me han llevado al lugar que anhelo, y te pido que me ayudes a ver con nuevos ojos, como ese ciego que, al cambiar su perspectiva, encontró una nueva esperanza. Te pido que me des la fuerza y la sabiduría para tomar decisiones que reflejen tu amor y tu plan perfecto para mí. Que cada paso que dé me acerque más a ti, a la paz y a la libertad que me ofreces. Gracias por tu paciencia, por tu misericordia y por estar conmigo en cada momento. En el nombre de Jesús, amén.
Comaparte:
Si esta reflexión te ha tocado el corazón, compártela con otros. Muchas personas que luchan con las adicciones necesitan un mensaje de esperanza y transformación, como el que hoy has recibido. Esta página es una herramienta de crecimiento personal que puede marcar la diferencia en la vida de muchos, así como lo hizo con el ciego de la historia. Sé el instrumento de libertad que otros necesitan y comparte este mensaje de cambio y esperanza. ¡Tu testimonio puede ser la chispa que encienda la luz de alguien más!
Ofrenda:
Querido amigo, si sientes en tu corazón que este trabajo está tocando tu vida y deseas contribuir a que podamos seguir apoyando a otros en su proceso de recuperación, te invitamos a hacer una ofrenda con gratitud. Cada pequeña acción cuenta, y tu apoyo permite que podamos continuar con este esfuerzo diario. Recuerda que no se trata de una obligación, sino de un acto de generosidad desde el corazón. Si lo deseas, puedes hacer tu contribución aquí [link]. Gracias por ser parte de este camino de transformación.
Hasta mañana:
Querido amigo, hoy te enviamos un mensaje de amor y esperanza. Sabemos que cada día es un paso hacia tu libertad, y queremos recordarte que no estás solo en este viaje. Fundación Hogares Bethel está aquí para acompañarte, apoyarte y recordarte que el cambio es posible, un paso a la vez. ¡Hasta mañana, con fe y esperanza en tu proceso de transformación!
Atentamente:
www.hogaresbethel.org
