Noviembre, 01
UN PASO A LA VEZ: Reflexión diaria para la Transformación del Adicto
Reflexión:
Hoy quiero hablar contigo de algo profundo: el peso de nuestras oraciones. A veces, cuando estamos en un proceso de recuperación, sentimos que nadie puede comprender realmente el dolor, la lucha interna, o ese anhelo de paz que llevamos dentro. Pero quiero recordarte que Dios sí lo entiende. Él conoce lo que guardamos en el corazón, incluso aquello que nos cuesta poner en palabras.
La oración es un regalo, un camino directo hacia Él. Nos permite pedir ayuda, expresar nuestras necesidades y buscar fuerzas más allá de las nuestras. Mira los ejemplos que encontramos en la Biblia: personas como Daniel, que no fue lastimado en el foso de los leones, o como aquellos tres hombres que, aunque arrojados al fuego, salieron ilesos. ¿Qué tenían en común? La fe y la confianza en que Dios escucha y responde. Del mismo modo, el poder de Dios liberó a Pablo y a Silas cuando estaban encarcelados. Y aunque tú no estés tras barrotes, quizás te sientas atrapado en algo que te agobia.
Hoy, Dios te invita a entregarle esas cargas a través de la oración. Pide en el nombre de Jesús, con fe sincera, porque la promesa de Dios es clara: «Clama a mí y yo te responderé». Dios quiere enseñarte, quiere liberarte y darte una vida plena. Cree en ese poder. Deja que esta oración se vuelva un acto de confianza, de entrega y de esperanza.
¡Dios te habla!
«Hijo mío, yo conozco tus pensamientos y cada carga que llevas. Cuando elevas tu oración, sé exactamente lo que necesitas y lo que anhelas en lo más profundo de tu ser. No hay petición tuya que pase desapercibida; cada palabra y cada suspiro llegan a mi corazón. Así como protegí a mis siervos en tiempos difíciles, estoy aquí para protegerte y fortalecerte. No temas. Cuando clamas a mí, yo te escucho. Mi promesa es clara: ‘Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que no conoces.’ Sigue orando con fe, porque yo camino contigo en cada paso hacia tu libertad y restauración.»
Afirmación para Hoy
Repite conmigo: «Hoy confío en el poder de la oración y en la promesa de Dios. Creo que mis peticiones son escuchadas y que Él me dará fuerza y paz en cada paso de mi recuperación.»
Oración a Dios
Dios amado, hoy vengo a ti con humildad, reconociendo mi necesidad de tu ayuda y tu paz. Solo tú conoces mis luchas y el peso que llevo en mi corazón. En esta jornada de recuperación, te pido que me llenes de fuerzas y me guíes hacia la libertad. Abre mis ojos para ver tu amor y tu poder en mi vida. Ayúdame a confiar en tus promesas y a sostenerme en ellas cada día. En el poderoso nombre de Jesús, Amén.
Para Compartir
Este mensaje sobre la oración puede ser la fuerza que alguien a tu alrededor necesita escuchar. Al compartirlo, llevas esperanza y el recordatorio de que Dios escucha y responde. ¡Comparte este momento de reflexión con quienes necesiten ánimo hoy!
Hasta Mañana
Desde Fundación Hogares Bethel, te recordamos que cada día es una oportunidad para acercarte a la paz y el propósito que Dios tiene para ti. Que este mensaje llene tu corazón de esperanza y de fe en el poder de la oración.
Atentamente:
www.hogaresbethel.org