Enero 25
UN PASO A LA VEZ: Reflexión diaria para la Transformación del Adicto
Mi querido amigo y hermano en recuperación:
Hoy quiero hablarte desde mi corazón, desde mi propia experiencia como adicto recuperado y como alguien que, como tú, ha caminado por el valle oscuro de la adicción. La historia de Daniel me conmueve profundamente porque veo en ella nuestra propia historia.
Como Daniel, tú y yo fuimos arrancados de nuestra vida normal. La adicción nos llevó cautivos a una tierra extraña llamada dependencia, donde todo lo que conocíamos se derrumbó. Nos encontramos en un lugar donde las reglas eran diferentes, donde la supervivencia significaba comprometer todo lo que alguna vez valoramos: nuestra integridad, nuestras relaciones, nuestra esencia misma.
¿Recuerdas cuando llegaste por primera vez a recuperación? Tal vez, como yo, te sentiste fuera de lugar. Quizás pensaste que eras demasiado diferente, demasiado dañado, demasiado perdido para ser ayudado. Pero aquí está la verdad poderosa: al igual que Daniel, tienes dentro de ti una fuerza que ni siquiera sabes que existe.
La sociedad nos dice que la adicción es una sentencia de muerte, que estamos condenados a vivir y morir en nuestra enfermedad. Pero tú, al estar aquí, al buscar ayuda, al mantenerte limpio un día a la vez, estás eligiendo ser diferente. Estás nadando contra la corriente más poderosa que existe: la corriente de la autodestrucción.
Cuando me arrodillo cada mañana, agradezco por mi recuperación y recuerdo los días oscuros. Recuerdo cuando la droga era mi dios, cuando pensaba que no había esperanza. Pero también recuerdo el momento exacto en que decidí, como Daniel, que no me contaminaría más. Fue entonces cuando empecé a recibir dones que jamás hubiera imaginado:
- La capacidad de mirarme al espejo sin vergüenza
- El regalo de poder estar presente para mi familia
- La claridad mental para ayudar a otros
- La paz de dormir sin necesitar sustancias
- La dignidad de ganarme la vida honestamente
- La alegría de reír sin estar bajo efectos
La recuperación es un camino «poco común». Es elegir la sobriedad en un mundo que celebra la intoxicación. Es elegir la honestidad en un mundo de mentiras. Es elegir el crecimiento cuando sería más fácil permanecer estancado.
Cada vez que eliges no consumir, cada vez que vas a una reunión cuando preferirías quedarte en casa, cada vez que compartes honestamente cuando sería más fácil mentir, estás siguiendo los pasos de Daniel. Estás eligiendo la integridad sobre la comodidad, el crecimiento sobre la familiaridad.
Y aquí está la parte más hermosa: no tienes que hacerlo solo. Como Daniel tenía a sus compañeros, tú tienes una comunidad de recuperación. Personas que han caminado tu camino, que entienden tu lucha, que celebrarán tus victorias y te sostendrán en tus momentos de debilidad.
La adicción te prometió una vida extraordinaria y te dio miseria. La recuperación parece un camino ordinario, pero te llevará a lugares que nunca imaginaste. Te dará una vida que vale la pena vivir, una historia que vale la pena contar.
Hoy te invito a que te atrevas a ser diferente. A que te mantengas firme en tu decisión de recuperarte, incluso cuando tu mente adicta grite lo contrario. A que confíes en el proceso, un día a la vez. A que creas que, como Daniel, tienes un propósito más grande que tu adicción.
Cada mañana, cuando pidas ayuda a tu Poder Superior, recuerda que no estás solo. Miles de nosotros estamos caminando este camino contigo. Y juntos, en recuperación, descubriremos que la vida «poco común» que elegimos vivir es más extraordinaria que cualquier alta que las drogas pudieron darnos.
Pregúntate reflexivamente:
«¿Estoy dispuesto, como Daniel, a mantenerme firme en mi recuperación incluso cuando todo a mi alrededor me empuje hacia el consumo? ¿Qué tipo de vida extraordinaria podría alcanzar si me mantengo fiel a mi programa?»
¡Dios te habla!: «amado hijo, como lo hice con daniel, te he dado dones especiales que la adicción mantuvo ocultos. te he preservado con amor a través de tu adicción porque tengo un propósito para ti. ‘antes que te formara en el vientre te conocí’ (jeremías 1:5). tu recuperación no es casualidad – es mi plan para restaurarte. confía en mí cuando el camino sea difícil. como daniel se mantuvo firme en babilonia, yo te sostendré en tu nueva vida.»
afirmación para hoy: «repite conmigo: hoy elijo ser diferente. como daniel, me mantengo firme en mi recuperación. mi poder superior me da la fuerza para nadar contra la corriente de la adicción. mi vida sobria es un testimonio de su poder.»
«Padre Amado, vengo ante Ti como un hijo que reconoce su impotencia. Como Daniel, quiero ser diferente en este mundo que me empuja hacia la destrucción. Fortaléceme cuando la adicción grite, sostenme cuando mis fuerzas fallen. Haz de mi recuperación un testimonio de Tu poder. En el nombre de Jesús, amén.»
Comparte:
hermano, tu historia de recuperación es poderosa. Cuando compartes esta reflexión, das esperanza a otro adicto que sufre en silencio. Tu experiencia es la luz que alguien necesita hoy. Comparte este mensaje – sé instrumento de libertad.
Ofrenda:
amado, tu recuperación es un milagro que merece ser compartido. Apoya esta misión de libertad con tu ofrenda de gratitud. Cada contribución sostiene esta luz de esperanza para otros adictos. Siembra con fe – el fruto será multiplicado en vidas restauradas.
Hasta mañana:
con amor, fundación hogares bethel te recuerda: eres valioso, eres amado, y tu recuperación importa. Descansa en paz sabiendo que no estás solo.
