Noviembre, 16
UN PASO A LA VEZ: Reflexión diaria para la Transformación del Adicto
Reflexión:
Hoy te invito a reflexionar sobre algo poderoso que encontramos en Efesios 6:10 en adelante: no estamos luchando contra personas, sino contra fuerzas que intentan alejarnos del propósito que Dios tiene para nuestras vidas. A veces nos encontramos con situaciones difíciles, como conflictos con otros, y puede ser fácil caer en la trampa de reaccionar con enojo o resentimiento. Pero recuerda, esas luchas no son realmente contra quien te ofende, sino contra aquello que busca robarte la paz y alejarte de tu recuperación.
El verdadero cambio comienza cuando decides enfocarte en lo espiritual, en fortalecer tu fe y en usar las herramientas que Dios te da. Él te ha equipado con una «armadura» espiritual para enfrentar estos momentos: oración, perdón, y la palabra de Dios son tus mejores armas.
Hoy, en lugar de reaccionar, detente, ora y declara con fe que ninguna fuerza contraria tendrá poder sobre ti. Reconoce que quien te lastima también necesita sanidad, y que tú, como alguien que ha recibido el regalo del perdón, puedes extender esa misma gracia.
Cada paso que das en tu camino de recuperación es una victoria espiritual. No estás solo en esta batalla, Cristo pelea a tu lado. Mantente firme, lleno de esperanza, y recuerda que cuando eliges perdonar y confiar en Dios, estás derribando a tu verdadero enemigo. ¡Sigue adelante con confianza, porque la victoria ya está asegurada!
A veces, te encuentras con personas que parecen estar ahí solo para lastimarte. Tal vez te humillan, te ofenden, te hacen sentir pequeño. Yo sé cómo duele, amigo mío, pero escúchame: esa batalla no es contra ellos. Esas personas están siendo usadas por algo más grande, algo que quiere que pierdas tu enfoque, que te enojes, que te des por vencido. Pero tú no estás solo. ¡No, señor! Tú tienes al Rey de Reyes contigo, y Él ya te ha dado todo lo que necesitas para vencer.
Lo que tú necesitas ahora es discernimiento. Mira más allá de las palabras o acciones de quienes te lastiman. Ellos también necesitan el amor de Dios, así como tú lo has necesitado. En lugar de reaccionar con ira, dobla tus rodillas, clama al cielo, y declara que ninguna fuerza podrá detener lo que Dios tiene para ti. Declara con autoridad que tú perteneces al Señor, que tu vida está en Sus manos y que nada ni nadie te apartará de tu propósito.
La vida es una batalla diaria, pero no estás aquí para rendirte. No, amigo mío. Tú estás aquí para levantarte, para luchar con las armas que Dios te dio: la fe, la oración, la palabra, y sobre todo, el amor. Perdona, bendice, y deja que Dios haga lo que tú no puedes. Porque cuando tú entregas tus batallas al Señor, Él siempre te da la victoria.
Así que levántate hoy. Pelea tu buena batalla, pero hazlo desde el espíritu, con la fuerza que solo Dios puede darte. Y nunca olvides: cuando tú avanzas con Dios, no hay enemigo que pueda detenerte. ¡Vamos, sigue adelante! ¡Tú puedes, porque con Cristo, todo es posible!
Pregunta reflexiva:
¿Estás dispuesto a identificar y enfrentar al verdadero enemigo en tu vida, dejando de lado el rencor hacia quienes te han lastimado, y confiar en las herramientas espirituales que Dios te ha dado?
¡Dios te habla!:
Hijo mío, te amo profundamente y quiero que recuerdes que no estás solo en esta batalla. Yo estoy contigo, y ya te he dado la fuerza y las herramientas para vencer. Tu lucha no es contra las personas, sino contra aquello que busca apartarte de mí. Toma mi palabra como tu espada y la oración como tu refugio. Perdona, bendice y confía en mí, porque yo peleo tus batallas. “No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaías 41:10).»
Afirmación para hoy:
Repite conmigo:
«Hoy decido pelear mis batallas con fe y amor, usando las herramientas que Dios me ha dado. Perdono, bendigo y avanzo, porque el verdadero enemigo no tiene poder sobre mí. Soy más que vencedor en Cristo Jesús.»
Oración a Dios:
Señor, vengo a ti en humildad y fe, reconociendo que solo en ti encuentro fuerzas para vencer cada día. Ayúdame a ver más allá de las personas y entender que mi lucha no es contra ellas, sino contra aquello que busca destruirme. Dame discernimiento, fortaleza y un corazón lleno de amor para perdonar y bendecir. Quiero caminar en tu luz, usando tu palabra como mi guía y confiando plenamente en tu protección. Gracias por estar conmigo en cada paso de mi recuperación. En el nombre de Jesús, amén.
Mensaje corto para compartir:
Amigo, hoy reflexioné sobre quién es mi verdadero enemigo y aprendí que no son las personas que me lastiman, sino algo más profundo que busca desviar mi camino. Te invito a escuchar esta reflexión y compartirla. Tal vez alguien que conoces necesita esta palabra para encontrar paz y fortaleza. ¡Seamos instrumentos de cambio!.
Sensibilización para una ofrenda:
Tu camino de recuperación no solo te transforma a ti, sino que puede ser un testimonio vivo para ayudar a otros. Si esta reflexión tocó tu vida, considera sembrar una ofrenda en nombre de tu proceso. Tu aporte nos ayuda a continuar llevando estas palabras de esperanza y restauración a más personas. Hazlo desde el corazón, como una expresión de gratitud por lo que Dios está haciendo en ti. Si sientes ese llamado,
Hasta mañana:
Querido amigo, en Fundación Hogares Bethel te acompañamos con amor en este proceso de transformación. Cada día es una oportunidad de avanzar y recordar que no estás solo. ¡Dios te bendiga grandemente! Hasta mañana, seguimos contigo.
Atentamente:
www.hogaresbethel.org
