Febrero 3
UN PASO A LA VEZ: Reflexión diaria para la Transformación del Adicto
Hola amigo,
Sé lo que estás pasando. Yo también he estado ahí. La adicción es como una tormenta furiosa que parece que nunca va a terminar. Te sientes atrapado, sin esperanza, como si no hubiera salida. Pero déjame decirte algo: hay esperanza. Yo soy prueba viviente de ello.
Cuando estaba en lo más profundo de mi adicción, no podía ver una salida. Era como estar en ese bote en medio de la tormenta, como en la historia de Jesús y sus discípulos. Los vientos aullaban, las olas se estrellaban, y yo pensaba que me iba a hundir. Pero entonces, algo cambió. Decidí poner mi fe en un poder superior a mí mismo. Decidí creer que Dios tenía un plan para mi vida, uno que era más grande que mi adicción.
No fue fácil, y no pasó de la noche a la mañana. Pero poco a poco, día a día, empecé a ver cambios. Empecé a sentir una paz que no había sentido en años. Y eventualmente, con la ayuda de Dios y de otros en recuperación, logré superar mi adicción.
Amigo, ese mismo poder está disponible para ti. Sé que ahora mismo las cosas parecen oscuras, pero te prometo que hay luz al final del túnel. Dios no te ha abandonado. Él está contigo en medio de la tormenta, listo para calmar los vientos cuando estés listo para dejarle tomar el control.
Tienes un propósito, un destino más grande que tu adicción. Y cada tormenta que enfrentas, cada desafío, te está acercando a ese destino. No te rindas. Sigue adelante, un día a la vez, confiando en el Dios que controla los vientos.
Estoy aquí para ti, y hay una comunidad entera de personas en recuperación lista para apoyarte. No estás solo en esta tormenta. Juntos, con la ayuda de Dios, podemos superarla.
Mantén la fe, amigo mío. La calma llegará.
Preguntas reflexivas:
- ¿Qué tormentas estás enfrentando actualmente en tu vida y cómo estás respondiendo a ellas?
- ¿Has experimentado antes la fidelidad de Dios en medio de las dificultades? ¿Cómo te aferras a esas experiencias ahora?
- ¿Qué sueños o promesas de Dios estás luchando por creer en este momento? ¿Cómo puedes renovar tu fe en Su plan para tu vida?
- ¿Hay áreas en las que necesitas soltar el control y permitir que Dios dirija los vientos de tu vida?
- ¿Cómo puedes usar tus propias tormentas para animar y fortalecer a otros que enfrentan desafíos similares?
¡Dios te habla!: Mi precioso hijo/hija,
Veo las tormentas que estás enfrentando y conozco cada detalle de tu lucha. Pero quiero que sepas que no estás solo. Estoy contigo en medio de los vientos rugientes, así como estuve con mis discípulos en ese bote (Marcos 4:39). Mi amor por ti es inquebrantable y mi plan para tu vida sigue siendo perfecto, incluso cuando no puedes verlo.
Sé que la adicción puede sentirse como una tormenta interminable, pero te prometo que tengo el poder para calmar esos vientos (Isaías 41:10). Confía en mí, agárrate de mis promesas, y no dejes que las olas del miedo y la duda apaguen la llama de la fe en tu corazón.
Yo soy tu refugio y tu fortaleza, tu ayudador siempre presente en tiempos de angustia (Salmo 46:1). No importa cuántas veces caigas, yo estaré ahí para levantarte. Mi gracia es suficiente para ti, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad (2 Corintios 12:9).
Así que no temas, porque yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío (Isaías 43:1). Sigue adelante con valentía, sabiendo que el que comenzó en ti una buena obra la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús (Filipenses 1:6).
Con amor eterno, Tu Padre Celestial
Afirmación para hoy: Repite conmigo: Las tormentas de la vida no pueden derrotarme porque mi Dios controla los vientos. Él está conmigo, dándome fuerza y guiándome hacia el destino que tiene para mí. Confío en Su amor y en Sus promesas, y sé que Él completará la buena obra que ha comenzado en mi vida.
Oración: Padre amado,
Vengo a ti hoy con un corazón agradecido, reconociendo que eres mi única esperanza en medio de las tormentas de la adicción. Tú eres el Dios que calma los vientos con una palabra, y creo que ese mismo poder está obrando en mi vida en este momento.
Perdóname por las veces que he tratado de enfrentar estas luchas en mi propia fuerza. Hoy, elijo soltar el control y poner mi confianza completamente en ti. Sé que tus planes para mí son buenos, y que cada tormenta que enfrento me está acercando al destino que tienes para mí.
Gracias por tu amor inquebrantable, tu gracia sin límites y tu fidelidad constante. Gracias por la fuerza que me das para enfrentar cada día y por la esperanza que has plantado en mi corazón.
Ayúdame a mantener mis ojos en ti, especialmente cuando los vientos aúllan y las olas amenazan con abrumarme. Recuérdame que tú estás en el bote conmigo, y que nunca me abandonarás ni me desampararás.
Usa mi historia, mis luchas y mis victorias para animar a otros que enfrentan tormentas similares. Que mi vida sea un testimonio de tu bondad y tu poder redentor.
En el poderoso nombre de Jesús, Amén.
Comparte: Amigo, si estás luchando con la adicción, quiero que sepas que hay esperanza. Yo sé lo que es sentirse atrapado en medio de esa tormenta, pero también sé que tenemos un Dios que controla los vientos. Él me ha dado la fuerza para superar mis propias luchas, y sé que puede hacer lo mismo por ti. No importa cuán oscuras parezcan las cosas, recuerda que no estás solo. Dios está contigo, y hay una comunidad entera aquí lista para apoyarte. Así que te animo a que compartas este mensaje con alguien que pueda necesitarlo hoy. Nunca sabes cómo tu historia podría cambiar la vida de otra persona. Juntos, con la ayuda de Dios, podemos navegar estas tormentas y emerger más fuertes al otro lado.
Ofrenda: Querido amigo,
En Fundación Hogares Bethel, nuestro corazón es caminar contigo en este viaje de recuperación y fe. Sabemos que Dios tiene un plan poderoso para tu vida, y estamos comprometidos a proporcionarte las herramientas y el apoyo que necesitas para descubrir y vivir ese propósito.
Pero no podemos hacer este trabajo solos. Como ministerio, dependemos de la generosidad de personas como tú que creen en nuestra misión. Cada ofrenda, sin importar el tamaño, nos ayuda a continuar brindando recursos, consejería y comunidad a aquellos que buscan liberarse de las ataduras de la adicción.
Así que hoy, te invito a considerar sembrar una semilla en este ministerio. No se trata de una cantidad específica, sino de dar con un corazón alegre y agradecido, sabiendo que tu ofrenda tendrá un impacto eterno en las vidas de otros.
Si sientes que Dios te está llamando a dar, puedes visitar nuestro sitio web para conocer las diferentes opciones para donar. Y mientras das, te animo a que también explores los otros recursos que ofrecemos, como nuestro programa de 12 pasos y nuestros grupos de apoyo en línea que están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Más que nada, quiero que sepas que estamos orando por ti y por todos nuestros donantes. Tu generosidad no pasa desapercibida, y creemos que Dios te bendecirá abundantemente mientras siembras en Su Reino.
Gracias por ser parte de esta familia de fe. Juntos, estamos marcando una diferencia eterna.
Con gratitud,
Hasta mañana: Recuerda, eres amado más de lo que puedas imaginar. No importa las tormentas que enfrentes, nunca estás solo. Dios está contigo, y nosotros en Fundación Hogares Bethel estamos aquí para caminar a tu lado. Mantente fuerte, mantén la fe, y nunca olvides el destino asombroso que Dios tiene reservado para ti. Hasta mañana, que Dios te bendiga.
Con amor, Tu familia de Fundación Hogares Bethel
Atentamente: www.hogaresbethel.org
