Enero 12
UN PASO A LA VEZ: Reflexión diaria para la Transformación del Adicto
Querido amigo en recuperación:
Te hablo hoy como alguien que ha caminado por el mismo sendero oscuro que tú. Sé lo que es sentir que no hay salida, que la adicción es más fuerte que nosotros. Pero déjame compartirte algo que aprendí en mi propio viaje: lo imposible se hace posible, un día a la vez.
Me recuerda a Juan, un compañero que conocí en recuperación. Había perdido a su familia, su trabajo, todo. Cuando lo encontré en el centro de rehabilitación, me sorprendió ver una leve sonrisa en su rostro. «¿Sabes?», me dijo, «por primera vez en años siento esperanza. Ya toqué fondo, pero desde aquí solo puedo subir.»
La recuperación es un camino de esperanza. No es solo dejar de consumir – es redescubrir quién eres realmente. Es como despertar de un largo sueño y darte cuenta de que hay un mundo entero esperándote.
En mis años como terapeuta y como adicto en recuperación, he visto milagros. He visto personas que llevaban 30 años consumiendo encontrar la sobriedad. He visto familias reunirse después de décadas de separación. He visto lo imposible volverse posible una y otra vez.
Quizás estés pensando: «He intentado tantas veces…» Lo sé. Yo también lo intenté muchas veces. Pero cada intento nos acerca más a la recuperación definitiva. Cada vez que te levantas, te haces más fuerte.
La semana pasada, en una reunión, escuché a María celebrar 20 años limpia. ¿Sabes qué dijo? «Cuando entré por primera vez a recuperación, no podía imaginarme estar 24 horas sin consumir. Ahora no puedo imaginarme consumiendo.» Ese cambio es posible para ti también.
Tu adicción te dice mentiras. Te dice que estás solo, que nadie te entiende, que nunca podrás cambiar. Pero yo estoy aquí para decirte que esas son mentiras. Hay una comunidad entera esperando para apoyarte. Hay personas que han pasado por lo mismo y han salido adelante.
Cuando sientas que las ganas de consumir son demasiado fuertes, recuerda: este sentimiento pasará. Cuando creas que nadie puede entenderte, recuerda: nosotros te entendemos. Cuando pienses que es imposible recuperarte, recuerda: millones lo han logrado antes que tú.
La recuperación no es un evento, es un proceso. No tienes que hacerlo todo hoy. Solo por hoy, da un pequeño paso. Solo por hoy, elige la sobriedad. Solo por hoy, elige la esperanza.
Te invito a hacer algo diferente esta semana. Cada mañana, antes de que los pensamientos negativos empiecen a surgir, di en voz alta: «Solo por hoy, elijo mi recuperación.» Cuando lleguen los pensamientos de consumo, responde: «Esta sensación pasará, y yo seguiré sobrio.»
La recuperación es posible. La paz interior es posible. Una vida nueva es posible. Lo sé porque lo he vivido. Lo sé porque lo he visto en cientos de personas que han pasado por nuestro programa.
Y hoy, te digo con toda certeza: tú también lo lograrás. No estás solo en este camino. Estamos aquí, caminando junto a ti, un día a la vez, hacia una vida de libertad y esperanza.
Recuerda: no importa cuántas veces hayas caído. Lo que importa es que hoy estás aquí, leyendo esto, buscando ayuda. Ese es el primer paso hacia tu nueva vida. Y te aseguro: lo mejor está por venir.
Pregúntate reflexivamente: ¿Qué «gigantes» en mi vida he estado viendo como imposibles de vencer, cuando en realidad son oportunidades para ver el poder de Dios en acción?
¡Dios te habla!: Amado hijo, cuando el peso de la adicción parece aplastarte, recuerda que yo soy el Dios que dividió el Mar Rojo. El mismo que resucitó a Lázaro. Para mí no hay imposibles. Cuando el mundo te diga que no hay esperanza, recuerda que yo hago florecer el desierto (Isaías 35:1). Tu recuperación no depende de tus fuerzas, sino de mi poder. Confía en mí, porque yo haré algo nuevo en tu vida (Isaías 43:19).
Afirmación para hoy: Repite conmigo: «Mi recuperación es posible porque Dios está conmigo. Donde otros ven imposibles, yo veo milagros manifestándose. La esperanza vive en mí.»
Oración: ¡Mi amado Padre Celestial! Aquí estoy, quebrantado pero esperanzado. Tú conoces mi lucha con la adicción, conoces mis caídas y mis miedos. Pero hoy declaro que tú eres el Dios de los imposibles. Toma mi debilidad y transfórmala en tu fuerza. En mis momentos de tentación, rodéame con tu presencia. Cuando sienta que no puedo más, levántame con tu poder. Mi recuperación está en tus manos, ¡y confío en ti! En el nombre poderoso de Jesús, ¡amén!
Comparte: Hermano, hermana en recuperación: este mensaje que hoy tocó tu corazón será la luz de esperanza para alguien más que está luchando en soledad. Compártelo. Sé el instrumento que Dios usa para llevar esperanza. Tu testimonio y este mensaje salvarán vidas. ¡Compártelo ahora!
Ofrenda: Amado hermano, tu ofrenda hoy es una semilla de esperanza. Cada donación sostiene esta misión de llevar libertad a los cautivos de la adicción. Al sembrar, te unes a esta obra de transformación. En nuestra web encontrarás el enlace para donar, los 12 pasos de recuperación, y nuestros grupos de apoyo 24/7. Tu siembra hará posible que otros encuentren el camino a la libertad.
Hasta mañana: Con amor, Fundación Hogares Bethel te recuerda: Nunca estás solo. Tu recuperación es nuestro compromiso. ¡Dios tiene grandes planes para tu vida!
