Noviembre, 12
UN PASO A LA VEZ: Reflexión diaria para la Transformación del Adicto
Reflexión:
Hoy, al reflexionar sobre el poder de la escucha, quiero que consideres cómo este acto sencillo puede transformar tus pasos en la vida. Escuchar es mucho más que recibir palabras; es abrirse a perspectivas distintas y conectar con experiencias ajenas que podrían iluminar aspectos de tu propia travesía.
En el proceso de recuperación, es común sentirse atrapado en pensamientos recurrentes, en problemas que parecen absorber toda nuestra energía. Sin embargo, al practicar la humildad y escuchar sin juzgar, accedemos a un mundo de ideas y visiones que quizás no hubiéramos imaginado. Incluso alguien que parece estar luchando con sus propias dificultades puede ser una fuente de inspiración y claridad.
Permítete escuchar cada mensaje, aunque no parezca sofisticado o bien expresado. A veces, en palabras sencillas y directas se encuentra el consejo que necesitas, una chispa de esperanza o un recordatorio de que no estás solo en este camino. La humildad en la escucha no es una debilidad; es una fuerza que abre puertas a la sabiduría que Dios, o la vida misma, puede enviarte a través de los demás.
Al abrir tus oídos y tu corazón, te das a ti mismo la oportunidad de aprender, de sanar y de avanzar con pasos firmes, un día a la vez.
¡quiero hablarte con el corazón! Hoy Dios te llama a escuchar. Él te pide que abras tus oídos, que recibas lo que otros tienen para decirte, porque allí, en la voz humilde, está su mensaje. Muchas veces esperamos grandes palabras, discursos llenos de sabiduría y, sin darnos cuenta, cerramos la puerta a esos pequeños susurros de amor y guía que Dios manda en personas sencillas.
¡No te equivoques! Dios puede usar al más humilde para tocar tu vida, para darte una palabra de ánimo en el momento exacto. A veces estás allí, en tus pensamientos, pensando que nadie te entiende, que tus problemas son demasiado grandes, pero Él usa lo sencillo, lo pequeño. ¿Sabes por qué? Porque cuando escuchas con humildad, dejas espacio para que Dios trabaje en tu corazón.
No dejes que el orgullo o los prejuicios te impidan recibir lo que el Señor quiere decirte a través de otros. Quizás un amigo en la reunión, una palabra casual, una historia que escuchas sin buscarla—¡todo eso puede ser la respuesta que necesitas!
Hoy te animo: abre tu corazón y tus oídos. Escucha sin juzgar, porque la sabiduría de Dios puede venir en cualquier momento y de cualquier persona. Haz de la humildad tu escudo y de la escucha tu arma poderosa. Recuerda: ¡Dios siempre tiene una palabra para ti, solo tienes que estar dispuesto a escucharla!
Pregunta Reflexiva: ¿En qué aspectos de tu vida podrías abrirte más a escuchar a los demás, incluso a aquellos de quienes menos esperas una enseñanza?
¡Dios te habla!
«Hijo mío, hija mía, escucha mi voz que te llama hoy a través de los más humildes. Yo estoy en cada palabra que oyes, en cada consejo sincero y en cada enseñanza sencilla. Recuerda lo que dice mi Palabra: ‘El que tenga oídos para oír, que oiga’ (Mateo 11:15). No cierres tu corazón a los que te rodean, porque yo hablo a través de ellos.
A veces puedes sentir que tu camino está oscuro, que las respuestas no llegan, pero Yo estoy allí, acercándome a ti de maneras que quizás no imaginas. Me manifiesto en los momentos de humildad, cuando te permites escuchar con el corazón abierto. Como dice Proverbios 11:2, ‘Con la humildad viene la sabiduría’. En cada voz, en cada palabra que escuches con amor y sin juzgar, yo puedo estar dándote una clave para avanzar, para sanar, para fortalecerte.
Confía en mi amor por ti. Yo nunca te dejaré ni te desampararé. Estoy aquí, guiándote cada día. Escucha, hijo mío, escucha, y sentirás mi paz en tu corazón.»
Afirmación para hoy:
Repite conmigo: «Hoy abro mi corazón y mis oídos con humildad para recibir cada enseñanza que Dios tiene para mí, confiando en que en cada palabra que escucho puede haber una guía amorosa para mi sanación y mi paz.»
Oración a Dios:
Dios amado, hoy vengo ante Ti con un corazón dispuesto a escuchar. Dame humildad para aprender de cada persona que pongas en mi camino y sensibilidad para reconocer Tu voz, aun en las palabras más sencillas. Ayúdame a dejar a un lado el orgullo y los prejuicios que me impiden recibir las enseñanzas que necesito.
Padre, sé que Tú usas a los humildes y a los sencillos para hablarme, y hoy quiero escucharte con el corazón abierto. Guíame en cada palabra que reciba y enséñame a reconocer Tu amor y Tu sabiduría en los demás. Confío en que me acompañas y que nunca me dejarás solo en este proceso de transformación. Amén.
Invitación a Compartir:
Hoy, esta reflexión sobre el poder de escuchar puede ser la llave que otros necesitan para avanzar en su camino de sanación. Si esta palabra te ha tocado, ¿por qué no extenderla? Al compartirla, puedes ser instrumento de libertad para otros que, como tú, están buscando una luz en su proceso. Ayuda a que esta herramienta llegue a más personas y se convierta en una fuente de apoyo y esperanza.
Reflexión sobre la Ofrenda:
Hoy, si sientes gratitud en tu corazón y encuentras valor en esta ayuda diaria, considera una ofrenda en honor a tu proceso de recuperación. Cada contribución apoya los gastos de producción y nos permite continuar trabajando cada día por otros que necesitan este mismo apoyo. Que sea un gesto nacido del amor y el agradecimiento, un acto de siembra que permitirá a muchos más encontrar su camino hacia la paz y la sanación. Si sientes el llamado, aquí en esta página puedes hacer tu aporte.
Hasta mañana:
Con mucho cariño, desde Fundación Hogares Bethel, te recordamos que no estás solo. Sigue avanzando un paso a la vez, con humildad y el corazón abierto a lo que la vida te quiere enseñar. ¡Hasta mañana!
Atentamente:
www.hogaresbethel.org
