Enero 14
UN PASO A LA VEZ: Reflexión diaria para la Transformación del Adicto
Querido amigo que luchas con la adicción, me siento muy cercano a ti porque yo también pasé por ese camino difícil. Hoy quiero compartirte una historia que refleja mucho de lo que estás viviendo.
Así como Sara se sentía derrotada con las matemáticas, sé que ahora te sientes abrumado por la adicción. A veces parece imposible de superar, ¿verdad? Pero mira, ella encontró ayuda en su familia y en un profesor paciente, igual que tú tienes a tu alcance el apoyo de tu familia y de nosotros, tus consejeros.
Como adicto recuperado, te comparto que mi camino fue similar al del apóstol Pablo – lleno de obstáculos y sufrimiento. Pero al igual que él, descubrí que con la ayuda correcta y la fe en un Poder Superior, la recuperación no solo es posible, sino que trae una alegría profunda.
Tu adicción, amigo mío, es temporal. No defines quién eres. Al igual que Sara aprendió paso a paso, tú también estás aprendiendo nuevas formas de vivir. La humildad de reconocer que necesitamos ayuda es el primer paso hacia la libertad.
Cuando me siento frente a ti, veo más allá de tu adicción. Veo tu potencial, tu fortaleza interior, esa que tal vez tú mismo has olvidado. La recuperación es un camino de aprendizaje y crecimiento, y estoy aquí, hombro con hombro, para recorrerlo contigo.
Pregúntate reflexivamente: ¿Qué «matemáticas» estoy enfrentando hoy en mi vida que me parecen imposibles de superar? ¿Estoy permitiendo que otros me ayuden en mi proceso de recuperación?
¡Dios te habla!: «Amado hijo, como estuve con Pablo en sus tribulaciones, estoy contigo en tu lucha. No temas, porque yo soy tu maestro paciente. ‘Todo lo puedo en Cristo que me fortalece’ (Filipenses 4:13). Como transformé el dolor de Pablo en testimonio, transformaré tu adicción en victoria.»
Afirmación para hoy: Repite conmigo: «Mis pruebas son temporales, pero mi victoria es eterna. Con humildad acepto la ayuda, con fe avanzo en mi recuperación, y con amor celebro cada paso hacia mi libertad.»
Oración
Padre Amado, vengo ante Ti como un hijo quebrantado. Así como Sara necesitó ayuda con las matemáticas, yo necesito de Ti para vencer mi adicción. Toca mi corazón con Tu amor transformador. Dame la misma perseverancia que diste a Pablo. En el nombre de Jesús, amén.
Comparte: Tu historia de recuperación es el faro que otro adicto necesita ver. Al compartir esta reflexión, te conviertes en ese profesor paciente que ayudó a Sara. Tu testimonio salvará vidas. ¡Comparte ahora!
Ofrenda: Amado, así como Sara recibió ayuda gratuita, hoy tienes la oportunidad de ser ese profesor para otros. Tu ofrenda mantiene viva esta luz de esperanza. Al sembrar, multiplicas la obra de recuperación. En nuestra web encontrarás el enlace para donar y acceder a nuestros grupos 24/7 y los 12 pasos. Tu generosidad transforma vidas.
Hasta mañana: Con el amor de Cristo, Fundación Hogares Bethel te abraza. Recuerda: no estás solo en este camino. ¡Mañana nos encontramos para seguir creciendo juntos!
