pasos de la familia:

1. Admitimos que éramos impotentes ante la adicción de nuestro ser querido, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.

Síntesis: Reconocer que no tenemos control sobre la adicción de un ser querido es el primer paso para recuperar el bienestar. La impotencia frente a la adicción no significa debilidad, sino aceptación de que lo que realmente podemos controlar son nuestras reacciones y respuestas. Invitación: Haz una reflexión sobre cómo la adicción de tu ser querido ha afectado tu vida y tu bienestar. Comienza tu reflexión aquí.

2. Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos la paz, la serenidad y el equilibrio emocional.

Síntesis: En este paso, la creencia en un poder superior abre la puerta a la serenidad y paz interior, ayudándonos a encontrar una solución más allá de nuestro control personal. No es necesario definir ese poder de forma religiosa; puede ser cualquier fuente de fuerza y esperanza. Invitación: Abre tu mente a la posibilidad de recibir paz y serenidad a través de un poder superior. Explora más sobre este concepto aquí.

3. Decidimos poner nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, tal como nosotros lo concebimos.

Síntesis: Este paso invita a confiar en algo más grande que uno mismo, entregando el control y permitiendo que nuestra vida y decisiones sean guiadas por una fuerza que nos proporcione fortaleza y dirección. Invitación: Haz una oración o meditación de entrega, pidiendo que tu vida esté guiada por un poder superior. Inicia tu práctica aquí.

4. Hicimos un inventario moral profundo y valiente de nosotros mismos, reconociendo nuestras emociones, reacciones y actitudes frente a la adicción de nuestro ser querido.

Síntesis: El autoexamen profundo es necesario para identificar cómo nuestras reacciones, miedos y expectativas pueden estar contribuyendo al sufrimiento. Este paso nos permite vernos a nosotros mismos sin juicio, sino con comprensión y amor. Invitación: Realiza un inventario personal y reflexiona sobre tus emociones y reacciones. Comienza tu inventario aquí.

5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestros errores, miedos y expectativas en relación con el adicto.

Síntesis: Este paso fomenta la honestidad y la rendición, admitiendo nuestras emociones y errores, sin culpar al adicto, sino enfocándonos en nuestra propia sanación. Invitación: Escribe y comparte tus emociones con alguien de confianza, familia, o en un diario. Comparte tu experiencia aquí.

6. Estuvimos enteramente dispuestos a que Dios eliminara todos los defectos de carácter que nos impedían vivir en paz con nosotros mismos y con los demás.

Síntesis: Este paso implica estar dispuestos a dejar ir las actitudes destructivas o limitantes, como el resentimiento o el miedo, que nos impiden vivir de manera plena y serena. Invitación: Reflexiona sobre los defectos de carácter que te gustaría transformar. Realiza una reflexión aquí.

7. Humildemente le pedimos a Él que nos liberara de nuestros resentimientos, miedos, y deseos de controlar al adicto.

Síntesis: Liberarnos de los resentimientos y miedos que nos afectan es esencial para restaurar nuestra paz. La humildad en este paso nos permite soltar el deseo de controlar a los demás, comenzando por nosotros mismos. Invitación: Realiza una oración o meditación pidiendo liberación de tus resentimientos y miedos. Inicia tu meditación aquí.

8. Hicimos una lista de todas las personas a quienes habíamos perjudicado, incluyendo a nosotros mismos, a través de nuestra reacción a la adicción, y estuvimos dispuestos a hacer las paces con ellas.

Síntesis: Este paso nos ayuda a reconocer cómo nuestras propias reacciones ante la adicción pueden haber causado daño, no solo al adicto, sino también a nosotros mismos y a otros. Es un proceso de sanación para todos los involucrados. Invitación: Crea una lista de personas a quienes sientes que has perjudicado y prepárate para hacer las paces. Haz tu lista aquí.

9. Hicimos las paces directas con tales personas, siempre que fuera posible, salvo cuando el hacerlo pudiera perjudicarles a ellas o a otros.

Síntesis: Este paso implica actuar con valentía para sanar las relaciones dañadas, mientras que también se considera la seguridad y bienestar de todos los involucrados. Invitación: Haz las paces con las personas que has identificado, siempre actuando con compasión y respeto. Comienza a sanar tus relaciones aquí.

10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y, cuando nos equivocábamos, lo admitíamos inmediatamente.

Síntesis: La autorreflexión constante es vital para seguir creciendo y sanando. Reconocer nuestros errores cuando los cometemos permite mantener nuestra paz interior y corregir el curso de nuestras acciones. Invitación: Realiza un inventario diario de tus pensamientos y acciones. Haz tu inventario diario aquí.

11. Buscamos, a través de la oración y la meditación, mejorar nuestro contacto consciente con Dios, tal como nosotros lo concebimos, pidiéndole solo serenidad y fortaleza para llevar a cabo Su voluntad.

Síntesis: La práctica constante de la oración y la meditación fortalece nuestra conexión con un poder superior, ayudándonos a encontrar serenidad y claridad en cada paso que damos. Invitación: Dedica tiempo a la oración o meditación diaria, buscando serenidad y fortaleza. Inicia tu práctica aquí.

12. Habiendo experimentado un despertar espiritual como resultado de estos pasos de la familia, tratamos de llevar este mensaje a la familia y seres queridos de adictos, y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.

Síntesis: Este paso se basa en compartir nuestra experiencia, fortaleza y esperanza con otros, ayudando a aquellos que pasan por situaciones similares y viviendo los principios en todos los aspectos de nuestra vida. Invitación: Comparte tu experiencia y apoya a la familia que este pasando por lo mismo. Comparte tu mensaje aquí.